Rajoy mantendrá de número dos a Sáenz de Santamaría, pero podría dejar la portavocía

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

benito ordoñez

En el Partido Popular ven entre los posibles sustitutos a la gallega Pilar Rojo

03 nov 2016 . Actualizado a las 08:38 h.

Después de 320 días en funciones, y tras cuatro jornadas que han mantenido en vilo a todo el PP, Mariano Rajoy nombrará hoy a los ministros de su nuevo Gobierno, que mañana tomarán posesión y celebrarán su primer Consejo de Ministros. El jefe del Ejecutivo mantiene un hermetismo absoluto, que provoca no pocas ansiedades en su partido, en el que la falta de información es sustituida por un sinnúmero de especulaciones. Al margen de los nombres propios, con los que pocos se quieren aventurar, parece haber un cierto consenso en dos ideas fundamentales: que habrá modificaciones de calado en la estructura departamental que probablemente lleven aparejados cambios en sus titulares. El objetivo prioritario del presidente es hacer un Gobierno más ágil y con mucha más capacidad de diálogo, que será puesta a prueba desde el minuto uno dada la situación de minoría parlamentaria en la que se encuentra el PP.

Uno de los quebraderos de cabeza de Rajoy es ajustar las funciones de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, tanto para encontrar un equilibrio de poder con Dolores de Cospedal si esta entra, como parece, en el nuevo Gobierno, pero también para darle mayor capacidad de interlocución política en las relaciones con la Generalitat para abordar el desafío secesionista. Nadie duda de que seguirá siendo la número dos del Gobierno, pero son muchos los que creen que podría hacerse con las funciones de Administraciones públicas, que hasta ahora dependen de Cristóbal Montoro. A cambio, dejaría de ser la portavoz del Gobierno. Para sustituirla en esta tarea, uno de los nombres que suena es el de Pilar Rojo, expresidenta del Parlamento gallego. Una persona del círculo de confianza del presidente, que recompensaría así su lealtad y su larga carrera política, con la portavocía o con otro ministerio.

Preguntada por esta posibilidad, Pilar Rojo desvió anoche la atención arguyendo que no había recibido ninguna de llamada de Rajoy. «Pero si la hubiera recibido no lo contaría», precisó en declaraciones a Domingos Sampedro. A la pregunta de si tiene alguna aspiración de ser ministra, responde con rodeos, arguyendo que cuando se está en política se está para lo que se necesite, y admite que «siempre es bonito que se acuerden de una», pese a lo cual puso de relieve que es un «momento complicado y difícil» para asumir estas responsabilidades.