Iglesias avisa a Errejón de que los «elogios» de los adversarios le debilitan

Europa Press

ESPAÑA

Los diputados de Unidos Podemos, Íñigo Errejón y Pablo Iglesias durante el pleno en el Congreso de los Diputados
Los diputados de Unidos Podemos, Íñigo Errejón y Pablo Iglesias durante el pleno en el Congreso de los Diputados JJGuillen | Efe

«A veces los templados son más eficaces dando golpes que los vehementes», asegurado el secretario general de Podemos sobre su compañero

19 oct 2016 . Actualizado a las 12:17 h.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha avisado este miércoles a su secretario Político, Íñigo Errejón, de que no le beneficia nada que los «adversarios» de la formación morada digan que le prefieren a él o le elogien, porque eso «le coloca en una posición de enorme debilidad» a la hora de defender ante los militantes y votantes del partido que el «camino» que propone seguir es el correcto.

«Creo que a Íñigo le perjudica mucho ese marco, que todos los medios enemigos que son adversarios de Podemos digan que prefieren a Errejón», ha asegurado en una entrevista en Antena 3, respecto al debate interno abierto en Podemos sobre la nueva hoja de ruta que deben marcarse tras cerrarse el ciclo electoral, y en el que Iglesias y el portavoz parlamentario defienden estrategias diferentes.

«Cuando el adversario te elogia a lo mejor te estás equivocando», ha apostillado más tarde, al ser preguntado sobre ese debate y sobre la crítica que se le hace a Iglesias y los suyos de estar tratando de virar hacia planteamientos radicales de la izquierda tradicional. «El problema no es situarse más a la izquierda o subir al monte sino saber cuáles son los problemas de tu país y de tu gente y trata de poner soluciones», ha defendido.

De hecho, ha asegurado que una señal de que están siguiendo el camino correcto es precisamente que sus «adversarios» les acusen de ser «radicales» o «antisistema», en lugar de recibir «elogios» de ellos. «Siempre que señalas esos elementos que realmente ponen en dificultad al poder, siempre te van a llamar radical y antisistema. Cuando te lo llaman, es señal de que a lo mejor lo estás haciendo bien», ha añadido, en un clara defensa de sus tesis frente a las de Errejón.

Asimismo, el líder del partido morado ha avisado también de que el hecho de que el secretario Político tenga un tono «más templado» que el suyo, que es «más vehemente», no quiere decir que sea «menos agresivo» ni que tenga «más razón». «A veces los templados son más eficaces dando golpes que los vehementes», ha asegurado.

Iglesias ha ido más allá y, al ser preguntado sobre si los «golpes» de Errejón, más sutiles, hacen más daño que los suyos, que son más directos, ha respondido tajante: «Efectivamente, y eso forma parte del estilo de discutir», ha afirmado.

El líder de Podemos ha reconocido además que, aunque desde que conoció a Errejón hace muchos años siempre han discutido «con mucha intensidad», ahora que mantienen una relación profesional y están en posiciones de «responsabilidad», esos debates «tienen consecuencias más profundas».

«Una relación con un compañero de trabajo no es igual que la discusión con un amigo. La del amigo es más fácil que termine con una caña, pero la del trabajo a veces no tanto porque la discusión tiene que ver con la organización del trabajo que afecta a mucha gente», ha argumentado. «Pero creo que eso es una cosa positiva. Es verdad que eso te somete a que te digan que te estás peleando, pero aquí puedes elegir dos cosas. O la de los partidos tradicionales, que es la de los off the records, o hacer lo que hacemos nosotros que es discutir abiertamente y a veces pues nos rozamos en Twitter», ha reconocido, tras señalar que, aún así, se siguen «vacilando» e «intercambiando libros». «Es verdad que los medios se nos echan encima pero creo que este país tiene que acostumbrarse a discutir de política», ha apostillado.

Iglesias también se ha reafirmado en su defensa de que el Congreso «tiene muchos límites» y que, por ello, «es básico» trabajar en el ámbito institucional pero también en el de la movilización popular, desde la calle, sobre todo teniendo en cuenta que el PSOE probablemente va a permitir con su abstención que siga gobernando el PP.

«Tenemos que reconocer que 67 diputados son muchos y que vamos a poder llevar a cabo iniciativas pero que nos equivocaríamos si entendiéramos que nuestra única labor política es estar ahí», ha avisado. De hecho, ha asegurado que aunque ayer pudieron sacar adelante en el Congreso una proposición no de ley para igualar los permisos de maternidad y paternidad, también comprobaron que en las «cosas estratégicas, el PP y el PSOE se pusieron de acuerdo».

«Logramos sacar los permisos de maternidad y paternidad pero es sólo una PNL, una recomendación al Gobierno. ¿Me creo que el Gobierno va a respetar la PNL? No», ha lamentado.

Papel secundario en el Congreso

En este sentido, ha asegurado de que el papel de Unidos Podemos en el Congreso será secundario porque el «papel fundamental lo van a tener las tres fuerzas que han llegado a un acuerdo para que gobierne el PP». «Una vez que el poder lo tiene que el PP, cuenta con mecanismos para desoír permanentemente al Parlamento», ha avisado.

Así, ha asegurado que, por ejemplo, para defender las pensiones, es más eficaz «que los sindicatos convoquen una huelga general» que hacerse «una foto en el Parlamento». «Si la convocan, tenemos que estar preparados», ha defendido.

«Las instituciones son importantes pero no son lo que representa toda la política. Hay política fuera, es más, la política más importante está fuera porque la que de verdad cuenta es la que puede servir para ayudar a la gente a que su dolor se pueda convertir en alternativas que puedan servir para solucionar sus problemas», ha explicado.

De este modo, ha asegurado que es bueno para la «salud democrática» de un país que haya movilizaciones, porque «una sociedad no puede fundamentarse en la representación ni en un cheque en blanco cada cuatro años». «Votar es importante, pero una sociedad se democratiza más cuando esa sociedad se moviliza», ha afirmado.

«Entendemos que la democracia no se reduce a la institución. La manifestación es el último estadio, pero la politización de la gente en sus barrios lleva a una sociedad mejor», ha añadido, al tiempo que ha avisado de que uno de los «riesgos» a los que se enfrenta Podemos es precisamente el «haber convertido a decenas de activistas políticos en diputados y concejales o en liberados de un partido que corren el riesgo de convertirse» en aquello que criticaban. «Y eso me pasa a mí también», ha admitido.

«Por eso está bien construir una organización que controlen los militantes. Nosotros necesitamos estar mucho más cerca de la sociedad y demostrar que en las instituciones podemos trabajar bien, pero no convertirnos exclusivamente en un instrumento institucional», ha apostillado.

Por todo ello, ha asegurado que su formación «necesita» celebrar «un nuevo Vistalegre», es decir, un nuevo congreso -o Asamblea Ciudadana, como se denomina en Podemos-, para «reorientar estrategias», ya que precisamente ahora se cumplen dos años de esa Asamblea fundacional de Vistalegre en la que Podemos se estructuró como una «máquina de guerra electoral», un modelo que ahora han asumido que deben superar.

«Hay que perderle el miedo a debatir», ha defendido, tras reconocer que, en esta nueva etapa, «es normal que toque discutir y que haya desacuerdos» en torno a cuál es la mejor estrategia a seguir.