PSOE y Ciudadanos, en aprietos

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

La explosiva declaración de Correa complica a los socialistas justificar el giro del no a la abstención y a los naranjas, defender su apoyo a la investidura de Rajoy

14 oct 2016 . Actualizado a las 07:42 h.

El juicio del caso Gürtel en plena recta final de las negociaciones para la formación de Gobierno coloca en una situación muy difícil al PSOE y Ciudadanos. Para los socialistas, es una pieza muy difícil de encajar dentro del relato que justifica el tránsito del no a la abstención a Mariano Rajoy como un mal menor para evitar las terceras elecciones. Ciudadanos se ve obligado un día sí y otro también a argumentar por qué, tras las revelaciones que se están conociendo en la Audiencia Nacional, no se replantea su apoyo al líder popular. La declaración de ayer de Francisco Correa, el jefe de la trama, pone aún en más aprietos a estos dos partidos.

Los hombres fuertes de la gestora socialista -el presidente Javier Fernández y el portavoz y mano derecha de Susana Díaz, Mario Jiménez- han pasado de puntillas por la corrupción que afecta al PP. En esa línea, resultó muy significativo lo que dijo el presidente asturiano: la corrupción en el PP ha sido «oceánica», pero no puede «construir una barricada ética ni moral» frente a este partido.

Los del no, reforzados

Pero resulta imposible pasar por alto la explosiva confesión de Correa. Jiménez aseguró ayer que confirma «lo que se sospechaba, que había una estructura planteada en el seno del PP para delinquir». Pero admitió que la decisión que deberá tomar el comité federal «tendrá en cuenta todos los elementos». Lo que, por otro lado, indica que la corrupción no será por sí sola decisiva.

Lo que es indudable es que lo que emerge de la Audiencia Nacional refuerza a los partidarios del no y complica a los defensores de facilitar el Gobierno a Rajoy para evitar las terceras elecciones. No hay que olvidar que el PSOE reclamó hasta hace muy poco la dimisión del líder del PP, entre otras razones por este caso.

El portavoz de economía del PSOE en el Congreso, Pedro Saura, que hasta ahora había sido uno de los puntales del «no es no» y que ahora se remite a lo que decida el comité federal sin mojarse, señaló ayer que lo que ha hecho Correa es poner el PP «ante su espejo», al admitir que había «una trama de corrupción organizada para financiarse ilegalmente». Señaló que Rajoy y su partido deberían asumir responsabilidades políticas. Pero, añadió, no es nada nuevo y su partido lleva años denunciándolo y hay que desvincularlo de la decisión que debe tomar el cónclave socialista.

En todo caso, aunque los dirigentes intenten desligar la corrupción del PP de la abstención, el juicio tiene un efecto demoledor en los militantes y votantes socialistas, que dificulta aún más que acepten el cambio de posición.

Ya se sabía

Ciudadanos, que ya ha dejado claro que votará a favor de Rajoy si hay investidura, trata de trasladar que su papel será el de vigilar que se cumplan los compromisos sobre la regeneración que el PP se comprometió a cumplir. El vicesecretario general José Manuel Villegas señaló que las declaraciones de Correa son «muy graves, pero lamentablemente no novedosas, ya se sabían o conocían». En su opinión, el juicio del caso Gürtel confirma la decisión de Ciudadanos de no entrar en el Gobierno. El partido naranja quiere que Correa explique sus relaciones empresariales con el PP en la comisión de investigación sobre la financiación de este partido, que pactaron ambas formaciones, y no descarta citar también a Rajoy.

Mientras PSOE y Ciudadanos se esfuerzan por justificar sus posiciones, Podemos trata de hacerse con el liderazgo de la oposición. Su secretario político, Íñigo Errejón, cuestionó que un partido que se plantee apoyar «al PP de la Gürtel» «por activa o por pasiva» pueda mantener «las manos limpias».

Por su parte, el PP se puso de nuevo de perfil. Gürtel es cosa del pasado, de la época de José María Aznar. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, se limitó a decir que «queremos que se diriman, de una vez por todas, las responsabilidades penales» que «puedan derivarse» de «acontecimientos que ocurrieron hace muchos años». Cospedal sostuvo con «legítimo orgullo» que los que tienen que ver con ese caso no están en el partido.