Preocupación en Europa por los efectos de la «guerra» socialista

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

MANUEL LOPEZ | efe

Los partidos de la izquierda de Francia e Inglaterra temen consecuencias similares

30 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No solo en España se está mirando con lupa cada paso que dan los componentes de la ejecutiva del PSOE desde que el miércoles se desatara la debacle. En la Unión Europea, países como Francia o Inglaterra observan recelosos una situación que no sería descabellada en el seno de sus partidos de centro izquierda. En Bruselas, por su parte, el equipo de Jean-Claude Juncker lleva varios meses con España y su falta de Gobierno en el punto de mira; más ahora, que a poco más de dos semanas de que el Gobierno en funciones tenga que presentar el borrador de los Presupuestos del 2017, se le suma la fractura de un partido clave para que se produzca el desbloqueo político que tanto les preocupa.

«Lo importante es que se forme Gobierno cuanto antes», insiste con resignación la Comisión Europea. El Ejecutivo de Juncker recuerda que, independientemente de quién lidere el principal partido de la oposición, el 20 % de los fondos europeos del próximo año están en juego. A pesar de que la «guerra abierta» que vive el partido socialista empuja un poco más a España hacia unas terceras elecciones, la prensa belga no le otorga demasiada importancia al desgobierno de los últimos ocho meses. No es de extrañar. Bélgica ya sabe lo que es vivir 541 días de parálisis por la incapacidad de los partidos de formar Gobierno.

En Francia, la mañana del jueves, los medios se despertaron con la mirada puesta en sus vecinos del sur, igual que ocurrió en Portugal. Las 17 dimisiones en la ejecutiva del PSOE del pasado miércoles desataron todas las alarmas en ambos países. En el caso de los franceses, estos no pueden evitar ver el destino de su propia izquierda reflejado en la descomposición de la española. El Partido Socialista francés ha comenzado a caer en desgracia ante el imparable avance de la derecha y, al igual que el español, no está claro quién capitanea el barco. En Portugal, país presidido por un Gobierno socialista, la expectación fue máxima, tanto que la visita relámpago de Rajoy a Oporto para cenar con su homólogo luso fue más seguida que en muchas ocasiones.

En la BBC explicaron la situación del PSOE hablando del paralelismo con la división interna que vive en sus carnes el líder laborista británico, Jeremy Corbyn, falto de apoyo de su grupo parlamentario. En el caso de The Guardian, mencionan cómo los socialistas se han encontrado esta semana con una presión aún mayor tras la «deficiente actuación» en las elecciones autonómicas gallegas y del País Vasco. Uno de sus comentaristas estrella, Owen Jones, preguntaba en Twitter si alguien le podía explicar qué le ocurría al PSOE, generando un gran debate.

Una pregunta que no hubiera suscitado demasiadas respuestas en Alemania, ya que la rebelión en el PSOE tuvo ayer poca acogida en los medios de comunicación de este país, más preocupados en lo que ya califican como el maleficio de sus equipos de fútbol frente a los españoles en la actual Liga de Campeones. El tema no aparecía ni en el neoliberal Frankfurter Allgemeine, al que normalmente no se le escapa la perspectiva economicista del panorama político español.

Más al sur, la crisis del PSOE sí se mira con curiosidad. De hecho, el diario suizo Neue Zürcher Zeitung apuntó que Sánchez está ya tan agotado que «ni siquiera vestía ayer -por el miércoles- su habitual corbata roja». En Italia, numerosos medios se hicieron eco de las dimisiones, pero uno fue más allá: El periódico Il Fatto Quotidiano puso de relieve las declaraciones de Felipe González y los resultados del 25S como detonantes de la crisis.

Margallo pide un «PSOE fuerte» ante la «situación de emergencia» de España

Miguel Rajmil | efe

Los populares se revuelven ante la maniobra realizada por los miembros de la ejecutiva socialista. De hecho, mientras Sánchez se aferra a su cargo, varios barones del Partido Popular expresan su preocupación por la debacle del PSOE, sobre todo por la repercusión que la guerrilla pueda tener en dos ámbitos: la prolongación del gobierno en funciones y la intención de Carles Puigdemont de celebrar un referendo de independencia en Cataluña el próximo septiembre.

Así lo expresó ayer el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, que pidió ayer a los socialistas que «salgan del laberinto» en el que se hallan y que este partido pase a formar parte de un Gobierno de «concentración nacional» para hacer frente a una situación que ve de «emergencia». Margallo señaló que, «sin ánimo de dramatizar», España vive una «auténtica emergencia nacional» ante la cual se necesita un PSOE «fuerte» para que «pase a formar parte de la solución».

«Sin el PSOE probablemente no hubiera sido posible la transición ni hubiéramos tenido la estabilidad que hemos tenido 40 años», reflexionó. Para el ministro, «hay que pensar en España y en los españoles, que han hecho enormes sacrificios durante cuatro años», de manera que «ya es hora de que empiecen a recoger los frutos de la recuperación» y de que los partidos no arruinen la esperanza de los ciudadanos, «que esperan que por fin el bienestar les llegue a ellos».

Con información de Cristina Porteiro, Rita Tudela, Alexandra Fernández, Begoña Íñiguez, María Signo, Patricia Baelo y Laura G. del Valle