Un camino lleno de minas para el secesionismo

C. R. BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

20 sep 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Los soberanistas han iniciado un camino de final incierto porque para llevar a cabo el llamado proceso de desconexión solo cabe la desobediencia a las leyes. El primer reto será a finales de este mes, cuando el presidente de la Generalitat se someta a una cuestión de confianza que la CUP ya ha confirmado que apoyará. Pero los vaivenes del partido antisistema han deteriorado las relaciones entre los antiguos convergentes y ERC. La CUP ha hecho guiños a Oriol Junqueras, y Puigdemont teme perder peso en el proceso.

Otra gran prueba para el presidente de la Generalitat serán los presupuestos. Los anticapitalistas ya tumbaron los del 2016 y pueden volver a hacer los mismo con los del 2017. Si bloquean las cuentas, el fantasma del adelanto electoral pesará como una losa sobre Puigdemont. En cualquier caso, no es nada descabellado pensar que los antisistema se tapen la nariz y los acaben votando.

De octubre a diciembre serán meses clave para los secesionistas. Puigdemont encarará la fase final de la legislatura de 18 meses y se propondrá culminar el proceso. En el pleno de la cuestión de confianza dará pistas de cómo piensa hacerlo, pero la atención estará en las tres leyes de la desconexión, ideadas como fundamentos del secesionismo: la hacienda propia, la seguridad social y la ley de transitoriedad jurídica. Todas ellas están ya en trámite parlamentario. En el caso de que se aprueben no hay duda de que serán recurridas ante el Constitucional, cuya respuesta es más que previsible.

Expertos constitucionalistas apuntaron la pasada semana la crisis política mayúscula que se abrirá si los independentistas aprueban la ley de transitoriedad jurídica y deciden aplicarla. De entrada, podría pasar que una parte de la sociedad catalana decidiera pagar sus impuestos a la hacienda catalana y la otra siguiera pagando a la española. Solo es un ejemplo. Pero además está la respuesta que se pueda dar a este órdago: la presidenta de la Cámara, inhabilitada; diputados, inhabilitados; causas penales y el fantasma de la suspensión de la autonomía.