El Tribunal Superior de Cataluña avala enviar a juicio a Mas por prevaricación

cristian reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Marta Perez | efe

Los jueces ven indicios de que cometió un delito de desobediencia por la consulta del 9N

16 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los recursos se le agotan al expresidente Artur Mas, quien cada vez está más cerca de sentarse en el banquillo por haberse saltado supuestamente a la torera una suspensión del Tribunal Constitucional, cuando decidió continuar adelante con la celebración del simulacro de consulta independentista del 9N en el 2014. Una votación por la que están imputados por desobediencia y prevaricación el expresidente de la Generalitat, la entonces vicepresidenta, Joana Ortega, y la consejera de Educación, Irene Rigau. También está siendo investigado Francesc Homs, pero por su condición de diputado en el Congreso y por tanto aforado, su responsabilidad en la causa la instruye el Tribunal Supremo.

Casi dos años después de que se produjera el primer gran desafío del Gobierno catalán a la Constitución, el caso del 9N está a punto de llegar a juicio, en el que Mas corre el riesgo de ser inhabilitado. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña decidió desestimar el recurso que las defensas de los tres acusados habían presentado contra la resolución del juez instructor, que instó a las partes a abrir la fase de juicio oral. La causa pasará ahora a manos de la Fiscalía y de las acusaciones populares, y si mantienen las acusaciones, como es previsible, se procederá a fijar la fecha del juicio.

El Tribunal Superior catalán avaló el procesamiento de Mas, Ortega y Rigau, pues entiende que existen indicios de que cometieron los delitos de desobediencia y de prevaricación cuando se pusieron al frente de la organización de la consulta, a pesar de que una providencia del Constitucional la declaraba nula.

«No es una causa política»

El auto del juez instructor, Joan Manel Abril, afirmó en junio que los tres miembros del Gobierno catalán conocían desde el 4 de noviembre la resolución del Tribunal Constitucional que impedía la celebración de esa consulta, pero no la acataron puesto que continuaron con los preparativos, como suscribir contratos con empresas privadas para dar soporte informático al referendo, adecuar un centro de prensa o confeccionar urnas y papeletas. El Tribunal Superior de Cataluña replicó además a las defensas que la causa del 9N no es política. «El procedimiento penal -se aclara en el auto- fue incoado por un presunto delito de desobediencia a una comunicación del Tribunal Constitucional dirigida al presidente de la Generalitat» que era de «obligado cumplimiento».

Los jueces del Tribunal Superior tiraron también por tierra el argumento esgrimido por las defensas en la línea de que en un primer momento hubo discrepancias en la Fiscalía. Y desmontaron una de las alegaciones de las defensas, que afirmaba que Mas no incurrió en un delito de desobediencia porque no se le advirtió de las consecuencias de hacer caso omiso al Constitucional. La suspensión del tribunal, en opinión de la sala, «era de obligado cumplimiento para su destinatario» y la orden «resultaba clara y comprensible para un ciudadano medio». Añade que la suspensión de la consulta fue comunicada el mismo día por correo electrónico a Mas, que «la dio públicamente por conocida.

Lo que según el TC no podía realizarse, dice el auto, «tuvo lugar el día previsto y, de hecho, contrariamente a lo que procesalmente se afirma, el presidente de la Generalitat se responsabilizó públicamente de haberlo impulsado».

Ciudadanos acusa a Puigdemont de hacer uso partidista de la Generalitat

El portavoz de Ciudadanos en el Parlamento catalán, Carlos Carrizosa, acusó ayer al presidente y al vicepresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, respectivamente, de «pervertir» la Generalitat por recibir ayer allí al líder de CDC en el Congreso, Francesc Homs, para apoyarlo antes de declarar el lunes como imputado ante el Tribunal Supremo por la causa abierta por su actuación en la consulta del 9N. Tras ese acto, el jefe del Ejecutivo catalán advirtió de que si se encontrara en una situación similar al 9N, «haría lo mismo» que el anterior Gobierno.

«Nos parece mal y una utilización pervertida de las instituciones que Puigdemont y Junqueras reciban a Homs», dijo Carrizosa, quien interpretó ese encuentro en la Generalitat como «una forma clarísima de involucrar a las instituciones y buscar una confrontación» con otros poderes del Estado. Además, defendió que el proceso independentista se ha convertido en «una especie de agujero negro» que absorbe el tiempo y el esfuerzo de los políticos y el dinero de todos los catalanes. Por ello, acusó a Puigdemont de un uso partidista de la Generalitat «manchando su imparcialidad y neutralidad», y exigió que la institución quede preservada del proceso independentista que desarrolla la hoja de ruta del Gobierno catalán. Además, atribuyó la intención de Mas de acompañar a Homs a declarar ante el Supremo en Madrid a que cada vez tiene menos relevancia en la escena política: «Lo que busca es protagonismo y solucionar sus problemas personales».