Tras aceptar las condiciones contra la corrupción impuestas por Rivera, se someterá al debate el día 30, lo que abocaría a elecciones el 25 de diciembre si no se rompe el bloqueo político
19 ago 2016 . Actualizado a las 08:35 h.Mariano Rajoy se someterá al debate de investidura el 30 de agosto. Si fracasa, y en los dos meses posteriores nadie lo consigue, España celebraría elecciones en una fecha insólita, el 25 de diciembre. El presidente del Gobierno en funciones fijó la fecha tras aceptar el pacto anticorrupción que le exigía Albert Rivera para negociar el sí de Ciudadanos. Acudirá al debate sin tener garantizado que lo superará, ya que los 169 votos que suman el PP y Ciudadanos más el de Coalición Canaria, que se da por hecho, no son suficientes. Rajoy necesitaría 176 en la primera votación, que tendrá lugar el día 31, ya que se requiere la mayoría absoluta. En la segunda, que se celebraría dos días después, solo se requiere tener más votos a favor que en contra, lo que significa que si llegara con 170 apoyos le harían falta 11 abstenciones. Pero Pedro Sánchez reiteró el miércoles que los socialistas no reconsiderarán su posición y votarán en contra. Ahora tendrá que resistir una presión extra, ya que si mantiene su posición las elecciones se celebrarían el día de Navidad.
Paso decisivo
El líder popular movió ayer ficha para desbloquear la situación. Solo 24 horas después de la sorprendente reunión del comité ejecutivo del PP, que ignoró contra todo pronóstico las exigencias de regeneración democrática y lucha contra la corrupción de Ciudadanos, aceptó suscribirlas con el objetivo de tratar de formar Gobierno. Hoy mismo los portavoces parlamentarios de ambos partidos firmarán el llamado pacto anticorrupción e, inmediatamente después, comenzarán las negociaciones.
«Hoy hemos dado un paso decisivo para formar Gobierno y para que no se repitan las elecciones», aseguró Rajoy tras reunirse con el presidente de la formación naranja. Pero los números no dan. Al menos, por el momento. Por eso, anunció que hablará con Sánchez para pedirle que facilite que haya Gobierno o plantee una alternativa. «Si esto no es así, iremos a terceras elecciones y eso sería un fracaso sin paliativos, donde los que bloqueen tendrían más culpa que los que intentamos construir», afirmó.
El líder del PP justificó que ahora se presente a la investidura cuando hasta ahora había mantenido que solo lo haría si tenía garantizado que seria elegido presidente, diciendo que ya no tiene la seguridad de que vaya a ser derrotado. «No se acude cuando se tiene la certeza absoluta de que no se va a ser investido, por eso ahora voy a la sesión de investidura», señaló.
Pasó de soslayo sobre su aceptación de las condiciones de Rivera. Preguntado concretamente sobre si se comprometía, sin matices, a apartar de los cargos públicos a los investigados por corrupción, a apoyar la creación de la comisión de investigación sobre el caso Bárcenas y a votar a favor de la proporcionalidad en la reforma de la ley electoral respondió: «Yo, normalmente, lo que digo que hay que cumplir lo cumplo, cuando me comprometo a algo lo cumplo».
Llamamiento al PSOE
«Ciudadanos ha conseguido hoy desbloquear la situación», aseguró Albert Rivera, quien se apuntó como un triunfo de su partido el acuerdo alcanzado con Rajoy, ya que ha conseguido que fije la fecha para su investidura tras aceptar suscribir «la literalidad» de sus seis condiciones.
Señaló que «todavía queda mucho camino por recorrer, pero por lo menos se abre un camino, de negociación de contenidos y de desbloqueo el único posible que le queda a los españoles». Pero se mostró optimista: «Si hay algún político hoy en España que todavía haga cábalas, cálculos personalistas o tácticos con las terceras elecciones, que se lo quite de la cabeza, que este país se poner en marcha con un Gobierno en minoría y un parlamento plural», afirmó. Rivera volvió a presionar al PSOE para que adopte una «actitud activa» y actúe con «altura de miras» para negociar la abstención a Rajoy que permita la formación de Gobierno, porque es el partido que «puede hacer posible la gobernabilidad».
Una semana de espera menos que en el intento de Sánchez
Ha sido la ocasión en que más ha tardado la presidencia del Congreso en convocar el pleno de investidura, pero no el que más se ha demorado este. Ana Pastor ha fijado la fecha 21 días después de que el rey propusiera candidato, por doce días que tardó Patxi López. Sin embargo, Sánchez empezó el pleno de investidura 72 días después de las elecciones. Rajoy lo hará a los 65, una semana menos.