Rajoy ignora las condiciones de Rivera

Enrique Clemente Navarro
eNRIQUE cLEMENTE MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Atlas TV

El presidente en funciones, que sigue sin aclarar si se presentará a la investidura, se reúne hoy con el líder de Ciudadanos después de que el comité ejecutivo se limitara a autorizarle a negociar

18 ago 2016 . Actualizado a las 11:00 h.

Nadie lo esperaba. Mariano Rajoy sorprendió ayer a todos. Incluido a su propio partido. A pesar de que se daba por hecho que el comité ejecutivo del PP iba a aceptar con matices las seis condiciones impuestas por Albert Rivera para abrir la negociación, la cúpula popular ni siquiera entró a debatirlas. Lo que hizo fue simplemente autorizarle para iniciar las negociaciones. De esta forma, Rajoy ignoraba a Ciudadanos con la estrategia de volcar toda la presión sobre el PSOE, al insistir en que sin su abstención no es posible la investidura, lo que abocaría a terceras elecciones.

La formación naranja no ocultó su sorpresa por el desplante, pero anunció que mantiene su mano tendida a Rajoy. Rivera se reunirá hoy con el presidente del Gobierno en funciones, a la espera de que este acepte sus exigencias de regeneración democrática y lucha contra la corrupción. El cuadro se completa con la reaparición de Pedro Sánchez, que endureció el tono contra Rajoy y reafirmó el no a su investidura sin posible vuelta atrás del PSOE. El resultado es que se prolonga la situación de bloqueo institucional e incertidumbre política que sufre el país desde casi ocho meses. 

Contradicción

El líder del PP negó que hubiera convocado a la cúpula de su partido para hablar de las exigencias de Ciudadanos, contradiciendo lo que había dicho tras su reunión con Rivera del pasado 10 de agosto. Entonces manifestó que debía someter el documento al debate y votación del comité ejecutivo porque no podía tomar esa decisión en solitario. Incluso dijo que necesitaba tiempo para analizar las propuestas, por eso se dio el plazo de una semana. «¿Quién ha dicho eso? Yo nunca lo he dicho», respondió ayer cuando una periodista le hizo ver la contradicción. Señaló que «el PP no ha venido a hablar de condiciones», sino que había sido convocado para que le autorizase a abrir las negociaciones con Rivera. «Con absoluta franqueza, nadie ha dicho ni una palabra sobre las condiciones», aseguró.

El presidente del Gobierno en funciones no quiso aclarar si acepta o no el pacto anticorrupción que Rivera plantea como condición sine qua non para negociar su voto favorable en la investidura. «Mientras no se nos pida nada que perjudique los intereses generales de los españoles o lesione nuestra Constitución nosotros podemos aceptar muchas cosas, o no», se limitó a decir con ambigüedad calculada. «Lo razonable es que lo que yo tenga que decirle al señor Rivera se lo diga directamente a él», respondió ante la reiteración de la preguntas. «Vayamos a la mayor, lo importante es formar un Gobierno», añadió.

Fue el mismo argumento que empleó para no desvelar si se presentará o no la investidura. «Vayamos a la mayor, el tema no la fecha debate sino de la formación de un Gobierno», reiteró. Y aquí volvió a sorprender al asegurar que antes de decidir su intención es reunirse con Pedro Sánchez, si es posible esta semana, para saber lo que piensa el líder socialista sobre la fecha en que se debe celebrar la investidura. De esta forma insinuaba que si este mantiene el no que reiteró ayer podría no someterse a la misma. 

Consulta a Pedro Sánchez

El objetivo de Rajoy es trasladar toda la presión a los socialistas. Por eso enfatizó que un posible acuerdo con Ciudadanos no sería suficiente. Incluso hizo las cuentas, si sumara los 32 escaños del partido de Rivera a los 137 del PP y al de Coalición Canaria llegaría a 170, frente a 180 noes. Necesitaría 11 abstenciones. Insistió en que si el PSOE mantiene su posición, supondría «un bloqueo y la imposibilidad de que la investidura salga adelante».

Insistió en la idea de que lo importante y lo urgente es que se le deje gobernar porque prolongar la actual situación de interinidad puede tener «consecuencias muy negativas para España». «Después de la Segunda Guerra Mundial no hay ningún país en Europa donde se hayan repetido las elecciones porque los partidos elegidos no fueran capaces de ponerse de acuerdo», afirmó. «Aquí ya las hemos repetido una vez y si algunos no cambian de criterio me temo que vayamos a una segunda repetición», advirtió.