Pedro Sánchez reúne a su núcleo duro para reforzar su rechazo

E. C. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

SUSANA VERA | REUTERS

Su intención es desoír las voces que en las últimas semanas han pedido abiertamente la abstención

17 ago 2016 . Actualizado a las 08:20 h.

Pedro Sánchez lleva dos semanas de vacaciones, desentendido completamente de las negociaciones para formar Gobierno. Su tesis es que le toca el turno de Mariano Rajoy, tras aceptar el encargo de Felipe VI, y que debe buscar su investidura con el apoyo de los grupos que le son afines, Ciudadanos, Coalición Canaria, el PNV y la antigua Convergència. Sánchez quiere hacerse fuerte y blindar el no a Rajoy con su núcleo duro. Por ello, reaparecerá hoy para reunirse con su ejecutiva y la dirección del grupo parlamentario, sus equipos de máxima confianza, con el objetivo de que el presidente del Gobierno en funciones pierda toda esperanza de ser investido. No está dispuesto en absoluto a volver a reunir al comité federal para que cambie el no, que ya certificó, por una abstención ni aunque Ciudadanos pacte con el PP

Su intención es desoír las voces que en las últimas semanas han pedido abiertamente la abstención, como las de Felipe González, Alfonso Guerra o José Bono, e incluso la del presidente extremeño Guillermo Fernández Vara; o un debate interno para reexaminar lo que el PSOE debe hacer en la investidura, en el caso de José Luis Rodríguez Zapatero. Incluso un miembro de la ejecutiva de Sánchez, el secretario de Economía, Manuel de la Rocha, abrió la puerta a replantear el no a Rajoy, aunque luego se vio obligado a rectificar. 

Lambán reclama Gobierno

El equipo de Sánchez niega que la única alternativa a no dejar gobernar a Rajoy sean las terceras elecciones. El líder del PSC, Miquel Iceta, muy próximo a Sánchez, denunció ayer lo que consideró falsa dicotomía que utilizan el PP y Ciudadanos para presionar al PSOE. Así señaló que si el dirigente popular fracasa en su investidura caben otras posibilidades, como que el PP presente otro candidato, que lo haga un independiente o el propio Sánchez. También intervino ayer en el debate el presidente de Aragón, Javier Lambán, que volvió a poner voz a los críticos. Sin pedir directamente la abstención, defendió el llamamiento al debate interno que hizo el expresidente Zapatero y reclamó que haya un Gobierno urgentemente para que la política nacional se normalice.