La colaboración ciudadana abre 863 líneas de investigación sobre yihadistas

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Mariscal | EFE

Los atentados de julio en Niza, Normandía y Baviera disparan las denuncias sobre posibles radicales islámicos

16 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El éxito de la campaña Stop Radicalismos, puesta en marcha el pasado diciembre tras los atentados de París, ha superado las previsiones del Ministerio del Interior y está sorprendiendo a los mandos de la lucha antiterrorista, que nunca pensaron que este llamamiento para pedir la colaboración ciudadana a fin de localizar posibles yihadistas pudiera tener una respuesta tan importante y constante.

Según los últimos datos del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco), actualizados a 4 de agosto, las fuerzas de seguridad del Estado y los servicios del CNI han abierto un total de 863 líneas de investigación válidas gracias a las denuncias de los ciudadanos. Las cuatro vías abiertas por el departamento que dirige Jorge Fernández Díaz para las denuncias «anónimas y seguras» de «situaciones de radicalización» han recibido desde diciembre 2.267 avisos, de los que se han descartado por carecer de interés policial 1.404. Se trata de cifras -según los servicios de seguridad del Estado- muy altas, ya que más del 38 % de los chivatazos de la ciudadanía tienen algún tipo de base cierta, lo que está «muy por encima» de las expectativas de los especialistas pusieron en marcha la campaña Stop Radicalismos.

A la vista de las estadísticas de los últimos nueve meses, los responsables del Citco han sacado una conclusión ya muy clara: la colaboración ciudadana se dispara con los atentados. Y cada vez más. Sucedió con los atentados de Bruselas del 22 de marzo y se ha vuelto a repetir, en mayor medida, tras el sangriento mes de julio, en el que los yihadistas del Estado Islámico perpetraron la masacre del camión de Niza, el asesinato del cura de Normandía y los ataques en un tren de Baviera.

El pasado julio se registraron 338 avisos, cifra récord en la aún breve historia de Stop Radicalismos, a excepción del mes de su inauguración, cuando, tras los ataques de noviembre en París, se contabilizaron 661 denuncias, más de la mitad de ellas con interés policial.

Distribución geográfica

El mayor número de comunicaciones provienen de la Comunidad de Madrid, con un 19 %, seguida de Cataluña y Andalucía, con un 14 % respectivamente. Estas tres autonomías concentran casi el 50 % de los avisos sobre posibles yihadistas. En general las provincias costeras generan muchas más denuncias, ya que es también allí donde -a excepción de Madrid- se concentran las mayores colonias musulmanas. En consonancia con otros informes anteriores, los responsables del Citco alertan de la situación potencialmente peligrosa que se vive en el este de la península. «Destacar la importancia en general de las comunicaciones recibidas desde el litoral mediterráneo (desde Cádiz hasta Gerona), con casi un 31 % del total, lo que sitúa este litoral como zona susceptible de riesgo de radicalización», apunta uno de los análisis de Interior.

«Una justicia exprés es la mejor arma para combatir el terrorismo exprés», dice la fiscala Delgado

Dolores Delgado es fiscala experta en terrorismo de la Audiencia Nacional. Es una de las miles de personas que se ha tenido que adaptar, y con rapidez, para intentar dar respuesta a las violentas acciones del Estado Islámico. En una entrevista concedida a Efe no duda en señalar que «la mejor herramienta frente a un terrorismo que se ha demostrado exprés es una justicia exprés. Es la mejor forma de combatir desde Europa».

El auge del Estado Islámico «generó una acción policial y judicial a contrarreloj porque estaban ocurriendo cosas y nosotros teníamos que ver qué cosas estaban ocurriendo», rememora la coordinadora en materia de terrorismo yihadista en la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Esas primeras investigaciones permitieron averiguar que cientos de esos miles de combatientes habían partido de España y, cuando el afán era localizarlos y frenar ese éxodo, «comenzaron los atentados en Europa porque muchos de esos combatientes volvieron y fueron preparados en zona de conflicto», resume.

«Se está desarrollando -afirma- una batalla desde la racionalidad de la justicia y desde la eficacia policial. No se pueden cubrir evidentemente todas las amenazas. Estamos en una situación de alerta, pero estamos trabajando desde la justicia para que no se materialicen».

Define el yihadismo como un «terrorismo cambiante, mutante y camaleónico» que, además, «va buscando formas de eludir las investigaciones policiales». «Radicaliza de forma exprés, llega de forma exprés, prepara a los combatientes de forma exprés y hasta los propios atentados se cometen de una manera muy rápida», apunta. Considera que en España la respuesta ya esté siendo rápida y como ejemplo expone las 70 operaciones antiyihadistas de estos últimos años con 81 encarcelados, muchos de ellos en situación de prisión provisional.