Pablo Iglesias se juega el control de Podemos en Cataluña y en Madrid

A. A. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Carlos Barba | EFE

Una vez pasadas las elecciones generales, la formación emergente vuelve a ponerse manos a la obra para solucionar los problemas en sus organizaciones regionales

16 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Una vez pasadas las elecciones generales, Podemos vuelve a ponerse manos a la obra para solucionar los problemas en sus organizaciones regionales. En juego está el que Pablo Iglesias pueda retener el control en Cataluña, una comunidad que se ha convertido en su mayor granero de votos y en el que Podemos está obligado a mantener un cuidadoso equilibrio con sus socios de confluencia.

Gemma Ubasart, elegida secretaria general de Podemos Cataluña en noviembre del 2014, abandonó el cargo por diferencias con la dirección nacional tras los comicios autonómicos del pasado septiembre. Desde entonces, la organización ha estado dirigida por una gestora, lo que no ha impedido que En Comú resultase la fuerza más votadas tanto en las elecciones generales del 20D como en las del 26J.

A la espera de que finalice el plazo de presentación de las candidaturas, mañana, ya hay cinco candidatos en liza. A diferencia de procesos de primarias anteriores, en esta ocasión la dirección nacional no se ha decantado públicamente por ningún aspirante. Lo que sí se sabe es a quién no apoya. Es el caso de Albano Dante Fachin, con el que Pablo Iglesias mantenía en el pasado buena sintonía. El distanciamiento viene dado por la apuesta de Fachin por mantener la autonomía de la organización catalana. Ambos se enfrentaron también a cuenta de la fecha de celebración de las primarias. Mientras el catalán abogó por celebrarlas cuanto antes, desde Madrid se apostó por aplazar el debate para no interferir en las generales de junio. 

A la espera en Madrid

La otra fuente de preocupación es Madrid. En esta comunidad hay un enfrentamiento abierto entre el sector oficialista afín a Iglesias y la corriente más próxima a Íñigo Errejón. En medio se sitúa Izquierda Anticapitalista, que tiene en Madrid una de sus plazas fuertes dentro de la organización. Tras meses de luchas internas, todo apunta a que el consejo ciudadano autonómico convocará una asamblea ciudadana para el próximo otoño en la que se renovarán los cargos de los órganos de dirección. Los cambios podrían afectar incluso al secretario general, Luis Alegre, íntimo colaborador de Iglesias pero cuya labor es muy discutida.