«De Alfonso llevaba el micro encima»

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Quique García | efe

Los agentes creen que el director de la Oficina Antifraude lo introdujo en el despacho del ministro, consciente o inconscientemente, pero aún no saben quien filtró el pinchazo

25 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No fue un micrófono oculto en algún rincón del despacho de Jorge Fernández Díaz en la sede del Ministerio del Interior. «Lo que está claro es que, voluntaria o involuntariamente, Daniel de Alfonso llevaba encima el micro que grabó, al menos, una de las dos conversaciones con el ministro», aseguran los responsables de la Policía Judicial y de la Policía Científica que trabajan en la investigación sobre las grabaciones que han sacudido el tramo final de la campaña electoral. «Harina de otro costal -admiten- es saber quién y por qué ha filtrado esas conversaciones» y determinar hasta qué punto los ajustes de cuentas entre mandos del CNP han propiciado que ahora se hagan públicos esos pinchazos.

Las claves que han permitido a los expertos policiales sacar la primera conclusión sobre el origen de la grabación vienen de extractos de las conversaciones que mantuvieron el 2 y el 16 de octubre del 2014 el director de la Oficina Antifraude catalana y Jorge Fernández. El primero de ellos, escogido por los especialistas por su «nitidez», es el corte de un minuto y 25 segundos en el que De Alfonso habla de cómo ha «ido moviendo los hilos» con varios empresarios supuestamente antisoberanistas. «Cuando este se dispone a hacer un resumen de sus contactos y parece reacomodarse en su asiento para una larga exposición se aprecia claramente un ruido de roce de fibras, que delata sin ningún género de dudas que el sistema de grabación estaba pegado al cuerpo del director antifraude», revela un alto funcionario.

En otro de los extractos más nítidos, Daniel de Alfonso habla de los supuestos indicios que tiene para involucrar al exalcalde de Barcelona Xavier Trías con una cuenta en el extranjero. En un momento se mueve para recoger unos papeles y se vuelve a oír el ruido del roce con el micrófono, quizás ese día oculto en el maletín. A estas «evidencias irrefutables» -señalan los especialistas- se unen otros indicios como que siempre se escucha más nítidamente a De Alfonso que al ministro y que los carraspeos del director antifraude hacen vibrar el sistema de grabación, cosa que no hacen los de Jorge Fernández.

Hasta ahí las «certezas científicas» recopiladas hasta ahora por los técnicos del Cuerpo Nacional de Policía. A partir de aquí, hipótesis. El sistema de grabación pudo ser directamente un micro escondido a propósito en el traje o en el maletín de Daniel de Alfonso (con su consentimiento) o la grabación pudo realizarse a través de su móvil sin que él lo supiera. Los investigadores recuerdan que no hace falta instalar un sistema espía en el teléfono, ya que Sistema de Interceptación Telefónica, la herramienta con la que cuentan desde el 2001 las fuerzas de seguridad para los pinchazos telefónicos, permite convertir los móviles en «micrófonos de ambiente» sin necesidad de descolgar el aparato, tal y como reveló una sentencia del Tribunal Supremo el pasado mayo. Que la grabación la realizara voluntaria o involuntariamente un micrófono que portaba De Alfonso -insisten los investigadores- no significa que el director de la oficina antifraude esté detrás de la filtración de un documento sonoro que, en principio, le perjudicaría.