Un exdirectivo de Acuamed señala directamente a Arias Cañete

Europa Press

ESPAÑA

Javier Lizón | Efe

Francisco Valiente asegura que comenzó a sospechar de los contratos fraudulentos en esta empresa pública cuando le hablaron de la falta de seguro de la desaladora de Almazora en Almería que se inundó en septiembre del 2012

26 may 2016 . Actualizado a las 15:29 h.

Francisco Valiente, el denunciante que detonó la operación del caso Acuamed, aseguró al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco que comenzó a sospechar de los contratos fraudulentos en esta empresa pública ligada al Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, cuando le hablaron de la falta de seguro de la desaladora de Almazora en Almería que se inundó en septiembre del 2012.

«Me dijeron que estaba claro que la culpa de no tener seguro era de todos y que había un acuerdo al máximo nivel, con el ministro», explicó en sede judicial Francisco Valiente, que ocupó el cargo de director financiero de Acuamed hasta que fue cesado en marzo del 2014.

«¿Qué ministro?», le preguntó el juez Eloy Velasco, a lo que contesta este confidente que « Arias Cañete», según consta en el sumario de la presunta trama corrupta. Miguel Arias Cañete fue ministro de Agricultura y Medio Ambiente hasta el 28 de abril del 2014, cuando pasó a encabezar las listas del PP en las elecciones al Parlamento Europeo para, a continuación, ocupar el cargo de comisario europeo de Acción por el Clima y Energía.

En la presunta trama corrupta participaban dos empresas de FCC y Abengoa, según la versión de Francisco Valiente. «Ellos pagan el 70 % de la instalación y nosotros el 40», le dijeron altos cargos de Acuamed cuando mostró su extrañeza. «El acuerdo no estaba por escrito pero estaba adoptado y me dijeron: 'Lo que tú tienes que hacer es ponerlo en marcha'», añadió este denunciante, que dice que le «sorprendió bastante» estas instrucciones.

Tras la inundación de la desaladora de Almazora, Valiente asegura que advirtió de que la obra de reparación no se podía realizar porque la planta había quedado «arruinada». Explica que se celebraron varias reuniones donde «salió que querían (las contratistas) cobrar una liquidación del 20 %, de unos diez millones de euros».

Valiente aporta el nombre de David Soriano, ingeniero de planta en Almazora, y de quien dice que se mostró partidario de hacer la reparación. Una vez hecho esta obra de la planta inundada, este directivo decía que se podía «exigir lo que fuese».