El juez Castro insinúa que el abogado de la infanta Cristina intentó tenderle una trampa

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

MONTSERRAT T DIEZ | EFE

El magistrado revela en una carta remitida a Pedraz que Roca le invitó a una «reunión clandestina»

21 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El caso Ausbanc-Manos Limpias toma derroteros cada vez más inesperados. El juez instructor del caso Nóos, José Castro, ha irrumpido en el sumario de la Audiencia Nacional con una carta remitida a su colega Santiago Pedraz en la que denuncia que el abogado de la infanta, Miquel Roca, y su equipo, le invitaron a una extraña «reunión clandestina» a finales del 2013 en algún paraje escondido en Palma o Barcelona.

Aunque el magistrado nunca aceptó el ofrecimiento, en su carta insinúa claramente que teme que aquella oferta en realidad encubriera una celada para desactivar su investigación o ponerle en un aprieto. Es más, el magistrado se pregunta si esa supuesta trampa no ha sido el sistema con el que el equipo jurídico de la hermana del jefe del Estado ha conseguido involucrar al supuesto tándem de los líderes de Manos Limpias y Ausbanc, Miguel Bernad y Luis Pineda.

En su misiva, Castro explica que él mismo intentó el pasado 22 de abril contactar telefónicamente con Pedraz para ofrecerse como testigo y que, ante la falta de respuesta del magistrado, ha enviado el escrito denunciando las maniobras de Roca. Según la carta, fue el abogado en Palma del bufete de Roca, Jaume Riutort, el que hizo de intermediario para esa cita. Riutort le visitó varias veces en su despacho para intentar «obtener la primicia informativa» de si Castro iba o no citar finalmente como imputada a la infanta, después de que en primera instancia la Audiencia Provincial de Palma paralizara la primera citación.

A finales del 2013, señala Castro, aquellas visitas derivaron en la petición de Roca para tener una «reunión altamente secreta». El juez de Palma dijo que el ofrecimiento le sorprendió. El lugar del encuentro sería una finca en Barcelona o Mallorca «y que por lo que deduje, o quizá se me dijo, se trataría de rústica, garantizándome insistentemente que estaría al abrigo de periodistas y fotógrafos».

Castro rechazó el ofrecimiento y no tuvo más respuesta. Relata que luego se olvidó del tema, no sin antes comentárselo al fiscal del caso, Pedro Horrach, que dijo que «no» sabía nada del asunto y no pidió más explicaciones. Solo se acordó de aquel episodio tras la captura del líder de Manos Limpias. Es entonces cuando Castro, de manera velada, apunta la posibilidad de que Roca y los suyos también trataran de jugársela a él para desactivar su investigación que, ya entonces, apuntaba a que la hermana de Felipe VI podría acabar en el banquillo, como al final sucedió. La versión de Castro tiene muchas coincidencias con la Miguel Bernad, quien aseguró ante Pedraz que fue Roca y su entorno, y no viceversa, el que propuso pagar tres millones de euros para librar a la infanta del banquillo.

«El rey la prefiere inocente, pero que no esté cerca de él»

Los pinchazos del caso Ausbanc-Manos Limpias siguen dando sorpresas. En una de esas grabaciones, Jaume Giró, director general de la Fundación La Caixa y jefe directo de Cristina de Borbón, aseguró al líder de Ausbanc, Luis Pineda, que Felipe VI prefería «que liberen inocente a la infanta». «Lo que no la quiere es cerca de él», precisó el directivo del banco catalán. En un momento de la conversación, Pineda consultó a Giró la posibilidad de que la Casa Real no estuviera de acuerdo con la operación para exculpar a su hermana. «A ver si vamos a arreglar una y hacemos algo peor, que el gran efe, el recién llegado, el sexto, no está muy a gusto con la señorita», dice el presidente de Ausbanc.

«No está muy a gusto pero prefiere que la liberen inocente», contestó Giró. Aunque se ofreció a Pineda a «comprobarlo explícitamente».

Otro pinchazo revela que Pineda intentó hablar, sin éxito con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para tratar el futuro procesal de la infanta.