El PP ve reducida a 5,8 puntos su ventaja sobre el PSOE, Ciudadanos sube y Podemos baja, según el CIS

La incapacidad de los políticos para negociar ha hecho que por primera vez haya que ir a unas nuevas elecciones solo medio año después. Y los partidos temen el castigo de los ciudadanos en las urnas. Todos tienen claro que el elemento diferencial del 26J será la atribución de culpas que hagan los electores. Pues bien, a tenor de lo que dice el CIS, el castigo va a ser muy extendido. Y el que más lo sufre es Podemos, seguido del PP. En cambio, Ciudadanos e Izquierda Unida, aparentemente las formaciones que más hicieron por llegar a acuerdos, son premiados por los electores con un crecimiento en sus expectativas de voto de cerca de dos puntos. La encuesta del CIS es el mejor barómetro para medir el humor ciudadano ante el bloqueo negociador de los partidos, ya que el trabajo de campo se hizo entre el 1 y el 10 de abril, cuando ya se había digerido el fracaso de Pedro Sánchez en su fallida investidura y todos los presagios apuntaban ya a unas nuevas elecciones.

El barómetro del CIS muestra una caída en intención de voto de todos los partidos menos Ciudadanos e Izquierda Unida. La suma de Podemos y sus distintas confluencias acumulan una pérdida de 2,9 puntos, provocada especialmente por la caída de Compromís. El retroceso del partido de Pablo Iglesias allí donde se presenta en solitario es menor, de seis décimas, y el declive de En Marea se compensa con el leve repunte de En Comú Podem.

 

El otro partido que sufre un duro castigo es el PP, que pierde 1,3 puntos respecto a los resultados electorales del 20D. Los socialistas cavan un poco más su fosa y caen cuatro décimas, aunque al ser el que menos retrocede de los tres grandes partidos, el efecto es que se acerca a los populares y aumenta su distancia sobre la formación de Pablo Iglesias.

La encuesta del CIS solo deja una lectura incuestionable, la de que el PP volverá a ganar las elecciones, amparado en una fidelidad del voto muy superior a la del resto de los partidos. Pero aclara poco sobre lo que puede pasar después. El crecimiento de Ciudadanos podría acercar al centroderecha a la mayoría absoluta si fuera en paralelo a un mantenimiento de los escaños del PP. Pero no está claro que vaya a ser así, porque el partido de Rivera recibe el grueso de sus nuevos votantes de quienes no fueron o no pudieron ir a las urnas el 20D y de electores entonces de Rajoy. Puede ocurrir pues que en lugar de una ampliación del espacio de centroderecha haya una redistribución del mismo.

La otra incógnita, a que la que ayer se acogió Pablo Iglesias para intentar minimizar el varapalo que supone la encuesta, es cuánto sumaría una coalición de Podemos con IU. La suma matemática de ambos superaría al PSOE por poco. Pero las apariencias a veces engañan. De entrada, la subida de IU se debe fundamentalmente a electores procedentes de Podemos, que, por otra parte, es, y con mucho, el partido con menor fidelidad de voto. De hecho, uno de cada tres votantes se plantea darle la espalda el 26J. Y lo que es peor, un 29 % de los electores de IU dicen que jamás votarían a Podemos. Si se amplía el abanico, dos de cada tres votantes de IU, aunque no lo descarten, son reacios a apoyar a la formación morada. Y el 20 % de quienes votaron a Iglesias jamás lo harían a IU.

Aumenta la preocupación por la falta de un Gobierno pleno

El temor de los partidos a un castigo en las urnas por su incapacidad para negociar está más que justificado. La falta de un Gobierno con plenos poderes se ha convertido ya en una de las mayores preocupaciones de los españoles. Y aunque está aún lejos de los grandes problemas, lo que un mes antes preocupaba a solo un 3,1 % de los ciudadanos, en abril se había más que duplicado, hasta el 7,1 %. El barómetro del CIS revela, además, que la mitad de los españoles han seguido con mucho o bastante interés las negociaciones entre los partidos y que han hablado de los intentos de formación de Gobierno con amigos y familiares algunas o muchas veces en estas semanas. El paro, la corrupción, los problemas de índole económica y los políticos siguen siendo, por este orden, los problemas que más desasosiegan a los españoles. De los cuatro, la preocupación por la corrupción es la que más ha crecido.

En Marea, la candidatura con menor fidelidad de voto, baja una décima

La coalición tripartita En Marea contribuye a la caída general de Podemos con la pérdida de una décima respecto de los resultados del 20D. Con todo, ese no es el peor dato para la candidatura que aún debate cómo concurrirá a las urnas el 26 de junio. El barómetro del CIS revela que, salvo el caso excepcional de Compromís, es la formación con una menor fidelidad de voto. De hecho, solo un 62,1 % de sus electores están decididos a repetir el 26J. Además, genera un enorme rechazo, ya que algo más de la mitad de los electores (50,9 %) no votarían nunca a esta coalición. Y quien ha sido su portavoz parlamentaria, Alexandra Fernández, es la cuarta peor valorada de los 16 diputados por los que pregunta el CIS.

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