Ninguna de las víctimas mortales del accidente de Tarragona llevaba puesto el cinturón

Efe BARCELONA

ESPAÑA

Jaume Sellart | EFE

Las primeras hipótesis apuntan a que el conductor, que continúa en estado crítico, se durmió o se distrajo al volante por una causa indeterminada

23 mar 2016 . Actualizado a las 21:13 h.

Las primeras hipótesis de los Mossos d'Esquadra apuntan a que el conductor del autobús que el pasado domingo se accidentó en Freginals (Tarragona), causando la muerte a 13 estudiantes de Erasmus, se durmió o se distrajo al volante por una causa indeterminada, ya que dio un «volantazo». El comisario de Movilidad Miquel Esquius ha informado, además, de que ninguna de las trece víctimas del autobús siniestrado llevaba puesto el cinturón de seguridad.

El conductor, de 62 años y al que los Mossos d'Esquadra le atribuyen un total de trece delitos de homicidio imprudente, permanece hospitalizado en estado crítico debido a las lesiones que se le detectaron horas después del accidente. La teoría que cobra más fuerza es la de que el conductor dio un volantazo porque se durmió o porque se distrajo, por motivos que se investigan, ya sea porque algún pasajero le hizo algún comentario o porque miró su móvil.

Esquius ha matizado que todavía no está descartada ninguna línea de investigación, si bien ha insistido en que la que cobra «más fuerza» es que o bien se durmió o bien se distrajo. Por este motivo, los Mossos han pedido información sobre el teléfono móvil del conductor, para comprobar si lo utilizó antes de dar el volantazo, como hacen en la mayoría de casos de accidentes parecidos.

Pese a que la investigación se centra especialmente en un error humano, los Mossos mantienen todas las líneas abiertas. Analizan así si pudo haber algún fallo mecánico, si se manipuló el tacógrafo o si el conductor estaba demasiado cansado.

En cuanto al tema de los cinturones de seguridad, ninguna de las fallecidas lo llevaban puesto. Los supervivientes, algunos sí, pero no todos. Y hay algunos casos, según los Mossos, en los que no se puede comprobar, más allá de la declaración de los afectados, porque bajaron por su propio pie del vehículo accidentado.

A preguntas de los periodistas, el comisario ha explicado que el conductor permaneció en comisaría desde primera hora de la mañana del pasado domingo, una vez que se completaron las verificaciones a pie de carretera en el lugar del accidente, hasta poco antes de las nueve de la noche, cuando se dirigió a una clínica para pasar una nueva revisión médica porque se lo pidió su empresa. A lo largo de aquel día fue visitado por cinco médicos distintos. Agradeció a los Mossos d'Esquadra que le tuvieran aislado en comisaría, para preservar su intimidad, algo que le aconsejaron los psicólogos que le atendieron debido a su estado de ansiedad.

Tras reunirse con su abogado, el conductor se acogió hacia las 18.00 horas de la tarde del domingo a su derecho a no declarar, por lo que hasta ahora no ha efectuado ninguna declaración oficial sobre lo ocurrido. No obstante, no abandonó la comisaría hasta pasadas las 20.00 horas, cuando se dirigió a una clínica para someterse a un nuevo control médico, ya que así se lo solicitó la empresa para la que trabaja, con el objetivo de tramitar los papeles de la baja médica.

Fue en este control donde los médicos le detectaron una contusión pulmonar, una afectación que, según el conseller de Salud, Toni Comín, en ocasiones no se descubre hasta horas después del accidente. El conductor sufrió la noche del lunes un choque séptico y desde entonces su estado es crítico.

Esquius ha indicado que había reservado para el domingo una noche de hotel en Amposta cerca de los juzgados para poder acudir el lunes a las 10.00 horas a declarar como investigado ante la juez, si bien el interrogatorio ha quedado suspendido, sin fecha prevista, debido al empeoramiento de su estado.