Dos de cada tres gallegos no aceptan que se celebre la consulta separatista en Cataluña

e. c. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Referendo en Cataluña
La Voz

Rechazo frontal de los electores del PP y Ciudadanos y algo menor de los socialistas

15 mar 2016 . Actualizado a las 15:16 h.

La celebración de un referendo de independencia en Cataluña es una línea roja que la inmensa mayoría de los gallegos no están dispuestos a traspasar para que se forme Gobierno en España. Casi dos de cada tres no lo aceptarían en ningún caso, frente a algo más de uno de cada cinco que manifiestan que sí lo harían, de acuerdo con los datos que arroja la encuesta realizada por el Instituto Sondaxe para La Voz de Galicia entre el 5 y el 10 de marzo.

Sin embargo, los porcentajes varían significativamente según los electores de cada partido. Mientras que solo el 7,3 % de los que optaron por el PP estarían dispuestos a que los catalanes votaran en referendo para decidir sobre la independencia, el porcentaje se dispara hasta el 65,7 % entre los que se decidieron por dar su papeleta a En Marea. También son mayoría los favorables al referendo de autodeterminación entre los electores de NÓS, aunque el porcentaje es algo menor.

Abstención clave

Los votantes del PP y Ciudadanos rechazan de forma contundente el referendo separatista en Cataluña en porcentajes que superan el 80 % y la oposición también es clara en las filas socialistas, aunque diez puntos menor, por encima del 72 %.

La formación de una coalición de izquierdas, como reclama Podemos, requiere al menos de la abstención de independentistas catalanes en el Congreso, ya que los socialistas, la formación morada, Unidad Popular y Compromís solo suman 161 escaños. Pero tanto ERC como Democràcia i Llibertat, la marca de la Convergència de Artur Mas en el Parlamento, exigen que Sánchez acepte la celebración del referendo de autodeterminación.

Línea roja

El comité federal del PSOE aprobó a finales de diciembre una resolución en la que prohíbe taxativamente negociar con los partidos que defienden la consulta para romper España. En línea con lo acordado, el secretario general, Pedro Sánchez, sostiene que no pedirá su abstención para ser investido presidente del Gobierno, lo que sí ha hecho por su parte Pablo Iglesias, que considera muy factible que lo acabaran haciendo para permitir un Gobierno de izquierdas, ya que lo consideran más proclive a sus intereses que el actual presidido por Mariano Rajoy, que ha respondido con la ley en la mano a cada paso que ha dado el Gobierno catalán en dirección a lo que llama desconexión de Cataluña de España.

No a ese precio

Casi tres meses después de la celebración de las elecciones del 20 de diciembre y aún sin perspectivas de que haya un acuerdo para formar Gobierno, los gallegos estiman muy mayoritariamente que si el precio a pagar es que se permita la consulta separatista que puede romper la unidad y la igualdad de los españoles es mejor que se celebren nuevas elecciones el 26 de junio. Esta es la posibilidad más realista que ahora mismo está sobre la mesa en un momento en el que no existen ni siquiera negociaciones a la espera de que pase la Semana Santa. Pero ninguno de los actores principales está dispuesto a ceder en sus posiciones y parecen mirar más a las urnas que a desbloquear la situación.

En este escenario político inestable, los independentistas catalanes ha vuelto a rescatar el referendo de autodeterminación como instrumento de negociación, a pesar de que ya han iniciado de forma unilateral el camino de la independencia.