Pedro Sánchez lanza una ofensiva para poner contra las cuerdas a Podemos

ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El partido de Iglesias se niega a sentarse con el PSOE si no rompe con Ciudadanos

07 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Pedro Sánchez solo propondrá al Rey que está en disposición de presentarse de nuevo a la investidura cuando cuente con la complicidad de Podemos. En el PSOE dan por imposible el voto favorable del partido de Pablo Iglesias, pero no descartan, pese al mal clima de sus relaciones actuales, que se abstengan en la votación. Para ir macerando ese cambio de postura, los socialistas han redoblado sus presiones para que la dirección morada se replantee su negativa. Pero desde Podemos se niegan a sentarse a negociar conjuntamente con PSOE y Ciudadanos. La formación de Iglesias exige que renuncien al documento que pactaron Sánchez y Rivera.

El secretario general del PSOE considera que es el candidato natural para una segunda investidura porque cuenta con la minoría con más votos, los 130 de la suma de diputados socialistas y de Ciudadanos. Está convencido de que ha arrebatado al PP, que tiene 123 escaños, esa posición de preeminencia ante una eventual ronda de contactos del Rey. Pero hasta que no sume nuevos apoyos no va a hacer llegar al jefe del Estado que está en condiciones de volver a ser el candidato a presidente. No va a emplear la investidura en sí, dicen fuentes socialistas, como elemento de presión ante otras fuerzas para que respalden su postulación, algo que sí ocurrió la pasada semana.

Forzar que Podemos revise su no

Sánchez admite que va a ser «muy difícil», pero su objetivo es que Podemos revise su negativa. No aspira a que respalde su candidatura, pero sí al menos que se abstenga en la votación. Solo con eso, según sus cuentas, tendría muy cerca la investidura.

Los socialistas no creen que su reforzada alianza con Ciudadanos sea una rémora insalvable para acercar posturas con fuerzas de la izquierda. Esperan una reacción airada en los primeros momentos, como está ocurriendo, pero confían que en las semanas que quedan hasta el 2 de mayo puedan atemperarse las posiciones porque nadie querrá ser el responsable del fracaso. Sánchez no ve descabellado celebrar una reunión a tres entre él, Rivera e Iglesias, pese al rechazo mutuo que se profesan los líderes de Ciudadanos y Podemos, porque tienen el común denominador de la apuesta por el cambio.

El líder socialista espera que un acercamiento a Compromís y al PNV haga mella en la negativa de Podemos. Su optimismo se basa en que el rechazo de Iglesias tiene mucho de postureo, porque la mayoría de las medidas acordadas con Ciudadanos las puede suscribir Podemos, más que de diferencias ideológicas. Otro elemento que maneja para favorecer esta aproximación a Iglesias es el rechazo que, a su juicio, ha suscitado entre sus bases y votantes la actitud del líder morado en el debate de investidura.

El secretario de Organización del PSOE, César Luena, ahondó ayer en esa contradicción y acusó a Iglesias de «traicionar el sentido y el espíritu de sus votantes» porque si es posible en términos aritmético el cambio «no puede ser» que se frustre porque una parte de las fuerzas progresistas «se vaya al extremo para tocarse con la derecha».

El Rey analiza hoy con Patxi López los pasos a seguir ahora

Felipe VI recibe al presidente del Congreso, Patxi López, para abordar la etapa que se abre tras el fracaso de la investidura, algo inédito sobre lo que la Constitución no indica qué pasos dar.