Rivera dice ahora que le da igual si el presidente es Rajoy o Sánchez

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

JUAN MEDINA | Reuters

Deja en evidencia al socialista y asegura que buscaría un pacto con el dirigente del PP si el rey lo designa candidato

27 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A Albert Rivera no le importa quién sea el presidente del Gobierno, lo que le interesa es que se lleven a cabo las reformas pactadas con Pedro Sánchez, que considera son asumibles por el PP. El líder de Ciudadanos aseguró ayer que si el rey propone a Mariano Rajoy como candidato a la investidura se sentará con él «para buscar puntos comunes». «Estoy intentando hacer presidente a alguien que suprima los aforamientos, tenga la valentía de hacer un pacto por la educación, de reformar las instituciones españolas...», aseguró. Y añadió que le da igual que el presidente sea del PP o del PSOE, es decir Rajoy o Sánchez.

Esta posición choca frontalmente con lo que defiende el secretario general de los socialistas, que dejó claro desde el día después de las elecciones generales del 20D su oposición a que Rajoy o cualquier otro candidato popular sea presidente.

No se ata al líder del PSOE

También deja en el aire la afirmación que hizo Sánchez de que el acuerdo no tiene fecha de caducidad, es decir que seguiría vigente en el caso de que no superara la investidura de cara a los dos meses que se abren después para seguir negociando. Según su interpretación, Rivera quedaba atado a apoyarlo, con lo que se bloqueaba la posibilidad de que Rajoy fuera presidente. Sin embargo, lo que dijo ayer el presidente de Ciudadanos lo pone en cuestión, ya que se muestra dispuesto a negociar con Rajoy si lo designa el monarca al colocar por encima las reformas que el nombre del presidente.

En todo caso, Rivera destacó que Rajoy se encuentra fuera de juego porque no aceptó presentarse a la investidura. «Le dijo no al rey y ahora le dice que no a Ciudadanos y a un pacto constitucionalista», afirmó. «Piensa que la única manera de que España salga adelante es que él sea presidente», añadió.

Rivera sigue apostando por la gran coalición de la que Sánchez no quiere ni oír hablar. «Hay dos opciones: que el Gobierno sea con Podemos de vicepresidente, con el CNI, el Ministerio de Economía, controlando seis carteras, con el voto de los independentistas y con un referendo en el 2016 y otra con un Gobierno centrado, moderado y europeísta», sostuvo. «El PP tiene mayoría y el Senado es necesario para la reforma constitucional, por eso le tiendo la mano», añadió.

Discrepancias con Sánchez

Pero la discrepancia entre las estrategias de Sánchez y Rivera también se extendió a la propia interpretación del documento firmado. El dirigente de Ciudadanos aseguró que este no recoge la derogación de la reforma laboral como sostiene el socialista. También discrepan sobre las diputaciones, ya que Rivera afirma que se incluye su supresión mientras los socialistas argumentan que únicamente, su modernización. El presidente del partido naranja arremetió ayer contra quienes defienden las diputaciones pese a que su eliminación supondría, según los cálculos realizados por su partido, un ahorro de 6.000 millones de euros para las arcas públicas.