El acusado del crimen de Koldo Losada le pidió a una amiga que le matara

Europa Press

ESPAÑA

LUIS TEJIDO | EFE

Una de las testigos ha asegurado que Jon Ezkurdia «sabía perfectamente dónde estaba y quién era ella» y que cuando bebía se ponía «agresivo»

16 feb 2016 . Actualizado a las 18:57 h.

Jon Ezkurdia, el marido de Koldo Losada, que se enfrenta a una petición fiscal de 20 años de prisión por asesinar con alevosía al actor vasco, le dijo a una amiga de la pareja, cuando se encontraba dentro del coche de la Ertzaintza y coincidiendo con el momento en que se encontró el cuerpo sin vida de su pareja, que estaba «muy mal» y le pidió «por favor» que le matara.

En el segundo día de juicio que se celebra contra Ezkurdia en la Audiencia Provincial de Bizkaia, ha declarado Itziar V., amiga de Koldo y de Jon desde hace más de 30 años. Según ha relatado ante el tribunal de jurado, a las nueve y media de la noche del 19 de noviembre del 2014, recibió la llamada de una amiga común que se encontraba con el acusado y que le explicó que Jon Ezkurdia les acababa de contar, a ella y a su hija, que le habían diagnosticado un cáncer terminal y le quedaba un mes de vida.

Itziar, que se encontraba en San Sebastián, cogió el coche para viajar a Bilbao porque Jon «había estado bebiendo» y la amiga que estaba con el acusado «ya no podía con él». Cuando llegó al domicilio de Jon y Koldo, se encontró con una ambulancia en la calle y a Ezkurdia en el interior, que se negaba a ser trasladado al hospital, a pesar de que aseguraba «no estar bien».

La testigo, que ha asegurado que en todo momento el acusado «sabía perfectamente dónde estaba y quién era ella», ha explicado que, al rechazar el traslado, Ezkurdia bajó de la ambulancia y, en ese intermedio de tiempo, ya había llegado la Ertzaintza, porque las dos amigas que habían pasado la tarde con el acusado, habían subido a la vivienda del matrimonio y habían encontrado el cuerpo sin vida de Koldo en el dormitorio y rastros de sangre por el pasillo.

Ya en el coche patrulla de la Ertzaintza, el acusado le dijo a su amiga Itziar que estaba «muy mal». «Me agarró del foulard y me dijo: 'mátame, por favor mátame', y cuando le preguntaba qué había hecho, no me contestaba», ha contado al jurado, para reconocer que, cuando el acusado bebía «se ponía bastante faltón y agresivo con la gente». «Te hacía pasar vergüenza ajena, pero jamás se desorientaba ni perdía la memoria, sabía perfectamente donde estaba», ha afirmado, para indicar que, desde febrero del 2013, no le había visto volver a beber alcohol.

«Celoso y controlador»

Itziar V. ha declarado también que la relación entre Jon y Koldo era «muy difícil» porque el acusado era «muy celoso y muy controlador, lo que hacía que, a veces, fuera muy complicada su relación». Además, ha asegurado que Jon tenía celos de Koldo por la relación que mantenía con su familia. «No me parecía una relación sana para nada, pero Koldo nunca me dijo que se iba a separar, aunque yo sí le pregunté por qué no lo hacía, y me dijo que quería tanto a Jon que no podía separarse», ha dicho, para asegurar que Koldo no tomaba más medicación que pastillas para el colesterol y no era «bebedor».

También ha explicado que dos días antes del crimen habló con Koldo, que se encontraba «débil y adormilado» porque, según creía, le habían sentado mal «unas pechugas en salsa» que le había comprado Jon. Los dos días siguientes ha asegurado que intentó ponerse en contacto con la víctima, pero éste «no me cogía el teléfono ni contestaba a los mensajes».

Los hermanos de la víctima

Este martes también han declarado Begoña e Iñigo, hermanos de la víctima, que han coincidido al afirmar que la relación con Jon le producía «una profunda tristeza a Koldo», y que el acusado era «controlador y muy celoso». «Cuando se iba a trabajar fuera por las giras, a la vuelta se lo hacía pagar caro», han afirmado.

Al igual que Garbiñe, otra de sus hermanas que testificó ayer, han descrito como «tóxica» la relación del matrimonio, en la que el acusado «controlaba y tenía siempre pendiente» al actor. «Le hacía sufrir, pero nunca pensó en separarse de él, estaba ciegamente enamorado, decía que era su familia», han afirmado.

Impago de alquiler

También ha declarado como testigo de la acusación particular V.M.M., propietario del bar La Gallina ciega, que Ezkurdia regentaba. Éste ha reconocido que el acusado le debía, antes de suceder los hechos, «unos seis meses de renta y tenía pendientes de pago recibos de agua y luz».

Al trasladarle su preocupación porque el bar llevaba un tiempo cerrado por «orden del Ayuntamiento» tras la denuncia, al parecer, de una vecina del inmueble, Jon le dijo que «tenía intención de seguir con el local», cuyo arrendamiento vencía a finales del 2015.

Por su parte, el abogado de Koldo Losada ha declarado que el día de los hechos recibió un mensaje de móvil de la víctima «que no se entendía nada», mientras que Cesar Peraita, compañero de reparto de la última obra que representó el actor vasco antes de morir, ha relatado que el 15 de noviembre el actor recibió una llamada de su marido en la que le informó que le habían detectado «manchas en los pulmones» y se sintió «culpable por no poder estar nunca cuando tenía visita médica».

Peraita ha descrito también a Ezkurdia como «muy controlador» y ha reconocido que, cuando el acusado acudía a representaciones, al actor «le afectaba su presencia, no estaba relajado cuando recibía su visita».

También han prestado declaración la empleada de hogar y la trabajadora que realizada la limpieza del bar que regentaba Ezkurdia, La Gallina ciega. La primera, que ha dicho que llevaba siete años trabajando en casa del matrimonio y ha asegurado que «jamás» les vio insultarse ni pelearse. «Las pocas veces que les veía juntos, les veía bien», ha asegurado, para indicar que «jamás» vio botellas de alcohol en la casa.

Por su parte, la trabajadora de la limpieza del bar, que no conocía a Losada, ha explicado que en septiembre del 2014 fue la última vez que trabajó en el local y que ya en noviembre Jon Ezkurdia le dijo, a través de mensaje de móvil, que tenía previsto volver a abrir el establecimiento el 19 de noviembre y que se pondría en contacto con ella para hacer «una limpieza a fondo».

«Ningún recuerdo»

Durante la primera sesión del juicio celebrado este lunes, el acusado declaró que la mañana que se produjo el crimen comenzó a beber sobre las nueve de la mañana y no tiene «ningún recuerdo» de lo ocurrido. Además, cree que él no golpeó en la cabeza a Losada, causándole la muerte, y mantiene haber sufrido un «agujero negro» en sus recuerdos de ese día, de forma que no es consciente de sus actos y no recuerda nada.

La Fiscalía solicita 20 años de prisión para Juan Antonio Ezkurdia Iturbe, de 65 años de edad, al que acusa de asesinar con alevosía a su marido, el actor vasco Koldo Losada, de 54 años, el 19 de noviembre del 2014 en el domicilio conyugal.

El ministerio público mantiene que, en una hora no determinada, el acusado, «con ánimo de acabar con la vida» de su marido, y aprovechando que éste «se encontraba adormecido» por la ingesta previa de medicinas contra el insomnio, «y sin darle oportunidad de huir o defenderse, le propinó diversos golpes en la cabeza con un objeto contundente».

Como consecuencia de los impactos, la víctima sufrió traumatismos craneoencefálicos que le causaron la muerte por hemorragia cerebral traumática.

De esta forma, considera que Ezkurdia es el autor de un delito de asesinato con alevosía, con la concurrente de parentesco, por lo que pide para el acusado 20 años de cárcel y que se indemnice a cada uno de los tres hermanos del actor vasco con la cantidad de 14.000 euros, por lo que el total del abono a éstos será de 42.000 euros.

La defensa de Jon Ezkurdia, que ejerce la abogada Jone Goirizelaia, mantiene que, debido a su dependencia del alcohol y a los efectos psicológicos que ese consumo le provocaban, no fue consciente de nada de lo que hizo el día de autos, por lo que pide su absolución.