Los «8 de Airbus» declaran que no agredieron ni a policías ni a trabajadores

Europa Press

ESPAÑA

Mariscal | EFE

Los ocho trabajadores de la factoría se han sentado hoy por primera vez en el banquillo y se enfrentan a una pena de 8 años de prisión

09 feb 2016 . Actualizado a las 16:07 h.

Los «8 de Airbus» han negado este martes, en la primera sesión del juicio en los Juzgados de Getafe, que agrediesen a policías o a trabajadores durante la jornada de huelga general del 29 de septiembre de 2010 a las puertas de la factoría en Getafe. Uno de los acusados, José Alcázar, que se enfrenta como el resto a una pena de 8 años y tres meses de prisión, ha declarado, a preguntas del Ministerio Fiscal, que ese día le sorprendió la presencia de dotaciones antidisturbios en la entrada de la empresa porque se llamó a la actuación activa y pacífica de los trabajadores. Alcázar, que era entonces presidente del comité intercentros de Airbus, ha manifestado que no le consta que nadie quisiera entrar a la factoría y «el que quiso entrar entró». «Ejercemos el derecho de huelga, pero el que quiere entrar lo puede hacer», ha dicho.

También ha explicado que hubo un tumulto y la Policía se introdujo dentro del perímetro de la empresa, por lo que intentó calmar la situación cuando escuchó siete disparos. «Lo de los disparos no lo había visto en la vida», ha añadido. «La Policía dio palos a diestro y siniestro, como en la Dictadura, y me pregunto por qué actuaron así. No se agredió a la Policía, es falso que agrediésemos a la Policía, así que es una calumnia decir que yo he agredido a la Policía y es fácil buscar al culpable en el máximo dirigente sindical», ha agregado.

Otro de los acusados, Tomás García, ha relatado que no se pusieron de acuerdo para impedir que se entrara a trabajar y que no vio que se pegara a policías. En el mismo sentido, Enrique Gil, ha destacado que «todo ocurrió muy rápido y la situación era muy confusa», pero no vio que volaran bengalas y que se lanzaran conos, ni tampoco a policías atrapados en el tumulto.

«Un palazo en la cabeza»

Además, ha dicho que no escupió a ningún trabajador ni limitó su acceso, dedicándose a pacificar la situación, y ha agregado que la lesión que sufrió en una mano no fue por propinar golpes. En otra de las declaraciones, Rodolfo Malo ha indicado que no se enfrentó a los policías, pero recibió un golpe muy fuerte durante la carga policial sin que oyera insultos contra los agentes.

Jerónimo Martín ha dicho que tampoco insultó a los policías ni coaccionó a ningún trabajador, ya que cuando se produjo el altercado se encontraba fuera, pero al acercarse recibió «un palazo en la cabeza» y sangró «como un gorrino», quedando «medio inconsciente», por lo que le trasladaron al botiquín. «Mi intención ese día era concentrarme, no impedir la entrada a los trabajadores y no recibí ninguna instrucción de lo que tenía que hacer», ha subrayado.

El relato de Raúl Fernández también ha incidido en que no agredió ni lanzó obejtos a la Policía, mientras que Edgar Martín ha contado que le golpearon en la espalda con una porra y que no vio a policías que se quedaran encerrados ni increpó a la gente que quería entrar a la fabrica a trabajar. La última declaración ha sido la de Armando Barco, quien ha explicado que no estuvo en el tumulto y que no vio si la Policía escoltaba a algún trabajador, auqnue si escuchó las detonaciones pero no le parecieron que fueran disparos.