Sánchez rechaza la exigencia de Iglesias de excluir a Ciudadanos para negociar

Efe MADRID

ESPAÑA

Atlas TV

El líder de Podemos le insta a elegir y el socialista le responde que recapacite

06 feb 2016 . Actualizado a las 01:06 h.

La negociación a derecha e izquierda que pretende Pedro Sánchez para formar un Gobierno progresista y reformista encalló ayer prácticamente antes de comenzar. Tras reunirse durante 75 minutos con Pablo Iglesias, la distancia entre ambos parece insalvable. El secretario general de Podemos dinamitó su propuesta de pacto a tres y le lanzó un ultimátum sin aparente vuelta atrás: o con Albert Rivera o conmigo. Ni siquiera se sentará a hablar con los socialistas sobre un futuro acuerdo de Gobierno si no descarta definitivamente a Ciudadanos como socio. Sánchez respondió a su órdago con un rechazo a la negociación «exclusiva y excluyente» que le exigió su interlocutor, al que acusó de no entender el nuevo tiempo político.

La puerta sigue abierta

No dio un paso atrás y se limitó a pedir a Iglesias que reconsidere su drástica posición, porque «las reformas que necesita nuestro país no puede liderarlas un Gobierno frentista» y porque «quien estará contento con esta noticia es Mariano Rajoy». Señaló que «la puerta sigue abierta» y «la mano tendida» para que se sume a las negociaciones. Y le devolvió la pelota: «No es que yo tenga que escoger entre uno u otro, es que la alternativa es que gobierne el PP».

«Yo voy en serio y me voy a presentar a la investidura», señaló, confirmando que acudirá al debate aunque no llegue a ningún acuerdo y que será entonces cuando Iglesias se tenga que retratar y explicar por qué vota con el PP «en contra de la investidura de un presidente socialista, que es radicalmente lo contrario a lo que representa Rajoy». Apeló a los electores de Podemos, que, dijo, «han visto una oportunidad perdida» por culpa del planteamiento de Iglesias. Y llegó a poner en duda en duda que este tenga una voluntad real de pactar. «Querer es poder y Podemos da la sensación de que no quiere», aseguró. Pero se negó a dar todo por perdido. «Impossible is nothing» (?nada es imposible?), dijo parafraseando el lema comercial de Adidas.

Pese al ultimátum de Iglesias que sorprendió e indignó a los socialistas, Sánchez va a seguir su plan, aunque sin Podemos le es imposible lograr los apoyos que necesita. De momento, ayer comenzaron a negociar los equipos del PSOE y lo hará la próxima semana con IU, Compromís y espera con el PNV, con cuyos dirigentes se entrevistará hoy, en un intento dejar en evidencia la intransigencia de Iglesias. Este mismo lunes remitirá su programa de gobierno a los grupos con lo que quiere llegar a un pacto, incluido Podemos. «A todos hay cosas que nos separan y muchas que nos unen, sobre todo, una: que tenemos que poner fin al Gobierno de Mariano Rajoy y del PP», señaló.

Solo dos opciones

Iglesias insistió una y otra vez en que solo existen dos opciones, un Gobierno con «las derechas» u otro de signo contrario, de cambio y progreso con Podemos e Izquierda Unida, que tendría un respaldo de más 11 millones de votos. No contempla una negociación a tres bandas ni abstenerse en la votación sobre un hipotético acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos, que representa «el PP en diferido». A pesar del fracaso con el que se saldó el encuentro, mostró su esperanza de que finalmente el dirigente del PSOE se decante por Podemos. ««Creo de corazón que a Pedro Sánchez le gustaría ser el presidente de un Gobierno de progreso», aseguró.

El máximo dirigente de Podemos señaló que no hay motivos para dilatar más la situación pues las posiciones están muy claras, porque «cuanto más tiempo se pierde es peor para los ciudadanos». En la misma línea que hizo Sánchez, le pidió que recapacite y le instó a decidir lo antes posible a quién elige como socio. Mientras tanto, se mantendrá a la espera y con la mano tendida, ya que con tal de que haya un Gobierno progresista está dispuesto a ser paciente y generoso y a emplear todas las horas que sean necesarias.

Cordones sanitario y pinzas

El jueves, Rivera rechazó de plano participar en cualquier acuerdo en el que forme parte Podemos, lo que Iglesias calificó ayer de «coherente». El líder de Ciudadanos dio ayer su versión de la reunión Sánchez-Iglesias en su cuenta de Twitter: «Adjudicarse sillones, pedir cordones sanitarios o hacer pinzas para impedir un Gobierno es impropio del cambio que nos piden los españoles». La opción de las nuevas elecciones gana enteros por momentos.