La pinza

Tino Novoa EN LA FRONTERA

ESPAÑA

04 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Suele ocurrir a veces que las palabras más elocuentes esconden las más oscuras razones. Y una buena demostración es la sucesión de declaraciones de Pablo Iglesias durante los últimos días. Cada una de sus ofertas a Sánchez es en realidad un nudo más en la soga que intenta colocarle al cuello. Es evidente que el proceso para elegir un presidente del Gobierno se está demorando muchísimo más de lo razonable, fruto de un bloqueo político del que cada partido tiene una parte de responsabilidad. En anteriores legislaturas, y con la única excepción de la primera elección de Aznar, a estas alturas ya había hasta Gobierno. Y en esta ocasión aún ahora se va a comenzar a dialogar. Pero un despropósito, que lo es, no se arregla con otro. Las negociaciones van a ser complejas y a varias bandas, lo que requiere un cierto tiempo para que puedan llevar a buen puerto. Además, dada la importancia y trascendencia de lo que está en juego para el país, es fundamental que un eventual acuerdo programático sea detallado y esté bien fundamentado. Y todo esto también exige un cierto tiempo. Por esta razón debería haberse iniciado todo el proceso hace ya varias semanas. No se ha hecho así, y ha sido una grave irresponsabilidad. Pero no se puede agregarle ahora otra más: la de una chapucera negociación o, algo aún peor, un mal acuerdo. Ahora se necesita voluntad negociadora y un plazo justo. No se puede alargar ni un minuto más de lo razonable, ni lo contrario. Quienes quieren recortar el plazo necesario es porque aspiran a que Sánchez fracase. Se entiende en el caso del PP, pero es más difícil de comprender en el de Podemos. Salvo que intenten reeditar la pinza Aznar-Anguita para asfixiar a los socialistas.