La fecha límite antes de que se convoquen nuevas elecciones

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

JAVIER SORIANO | AFP

Rajoy esgrime el tema de los plazos como una de las razones por las que ha declinado presentarse a la sesión de investidura

22 ene 2016 . Actualizado a las 21:25 h.

Tras toda la semana de encuentros en Zarzuela, Rajoy fue el primer candidato propuesto por Felipe VI para que se presentase a la investidura, pero el todavía presidente en funciones ha declinado la invitación. De este modo, el próximo miércoles 27 de enero se retomarán las consultas regias.

El rey Felipe VI vuelve a ser el árbitro entre las distintas fuerzas políticas. El monarca volverá a despachar con los líderes que han obtenido representación en el Congreso.

Cuando un candidato cree que cuenta con posibilidades de ser elegido presidente, y le expone al monarca la situación, será Felipe VI, en el caso de que lo considerase oportuno, el encargado de proponer a esa persona como candidato para ser investido. Todo apunta a que el siguiente candidato del monarca será el socialista Pedro Sánchez. En el caso de que finalmente se celebre la sesión de investidura, que sería fijada en el calendario por el presidente del Congreso Patxi López, el candidato necesita una mayoría absoluta para ser nombrado presidente, es decir, 176 votos a favor. Si no los lograse, a partir de este día comienza una cuenta atrás de dos meses, plazo en el que si no se consiguiese investir a un presidente, se disolverían las Cortes y se convocarían nuevas elecciones. Esta es una de las razones que ha esgrimido Rajoy en su comparecencia ante la prensa, que mantiene su candidatura, pero que todavía no cuenta con los apoyos suficientes y que, por lo tanto, no tendría mucho sentido celebrar el pleno de investidura, ya que sería un fracaso y además, comenzaría a correr el tiempo. 

Volviendo al día del primer pleno de investidura, el candidato que no lograsde la mayoría absoluta disfrutaría de una nueva oportunidad a las 48 horas en una votación en la que solo requeriría de una minoría simple, es decir, tener más votos a favor que en contra.

La partida volvería a empezar. Se restablecen las conversaciones entre partidos y el rey vuelve a recibir a los candidatos en Zarzuela, aunque ahora ya con el plazo de dos meses comentado anteriormente.

El proceso sería exactamente el mismo, una primera vuelta en la que se necesita mayoría absoluta o una segunda ronda en la que bastaría con una mayoría simple. Todo igual al primer proceso, pero en este caso con una cuenta atrás de fondo que amenazaría con la disolución de las Cortes y la convocatoria de unas nuevas elecciones. En el caso de que se cumpliesen dos meses desde la primera votación, España volvería a vivir una nueva jornada electoral.

POOL | REUTERS