Pablo Iglesias admite ya la posibilidad de una fractura con sus aliados

G. B. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

PATRICIA DE MELO MOREIRA | AFP

El líder de Podemos empieza a comprobar que la posición de fuerza desde la que pensaba abordar la negociación con el PSOE se empieza a desvanecer

17 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, empieza a comprobar que la posición de fuerza desde la que pensaba abordar la negociación con el PSOE se empieza a desvanecer, entre otras cosas por su propia debilidad ante la creciente división de entre Podemos y las alianzas con las que se ha presentado en Galicia, Comunidad Valenciana y Cataluña, que amenazan con reducir su liderazgo parlamentario estrictamente a los diputados militantes de Podemos. A pesar de que los líderes de sus fuerzas regionales aliadas amenazan ya con romper la unidad y pasarse al Grupo Mixto o formar un grupo con los diputados de Izquierda Unida, Iglesias insistió ayer en que hay unidad de acción entre los 42 diputados de Podemos y los 27 de las tres alianzas regionales. «Hemos mantenido siempre una estrategia común, yo creo que se ha visto en todas las declaraciones», insistió, tratando de soslayar las diferencias.

Los aliados de Iglesias rechazan sin embargo su plan de conformar un grupo confederal y apuestan por mantener un perfil propio en el Congreso. «Compartimos una estrategia incluso en el caso de que finalmente nos lo impidieran para construir un grupo plurinacional», señaló por el contrario el líder del partido morado, que admitió no obstante haber escuchado «entre los amigos del Bloc Valencià que ellos se plantearían la opción de estar en el Grupo Mixto o llegar a alianzas con otras formaciones políticas». «En ese caso nosotros les respetaríamos y respetaríamos que siguieran un camino en solitario. Creo que, sin embargo, puedo afirmar que todas las confluencias están de acuerdo en que tenemos que seguir caminando juntos y caminar juntos implica también reconocer la diversidad y reconocer que tiene que haber cuatro espacios que se deberían reflejar en cuatro grupos parlamentarios», concluyó.

Iniciativa del Poble Valencià una de las formaciones que forman Compromís, condicionó ayer su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez al «reconocimiento de una voz propia de los valencianos en el Congreso». A la espera de sentarse en la mesa para abordar una verdadera negociación con el PSOE, en Podemos priman por ahora los mensajes a través de los medios y los gestos simbólicos. Si Pedro Sánchez, escenificó en su reunión con el primer ministro de Portugal, el socialista Antonio Cista, su voluntad de formar una mayoría de izquierdas similar a la que permitió arrebatar el Gobierno luso al conservador Pedro Passos Coelho pese a ser este el más votado, ayer fue Iglesias quien se desplazó a Lisboa para apoyar a Marisa Matias, candidata del Bloco de Esquerda e integrante de ese pacto. «Por desgracia en España no contamos con un Partido Socialista como el de Portugal», señaló el líder de Podemos, que contrapuso el «pacto con la derecha, con el PP y con Ciudadanos» que, a su juicio, ha firmado Sánchez, con la elección «positiva» que tomaron los socialistas portugueses para conformar un Gobierno de izquierdas.