Albert Rivera rechaza que Podemos tenga cuatro grupos parlamentarios para tener «más turnos de palabra y más dinero»

Europa Press

ESPAÑA

Ed Carosía

El líder de Ciudadanos aboga por poner en marcha en la legislatura con «un Gobierno en minoría» que aplique una agenda reformista

08 ene 2016 . Actualizado a las 01:07 h.

Que En Marea y las otras dos coaliciones en las que participó Podemos en las generales en Cataluña y Valencia tengan grupo propio en el Congreso se complica a medida que se acerca la fecha de constitución de las Cortes.

Todos los que forman parte de las negociaciones cruzadas que se llevan a cabo en la cámara baja para arrancar la legislatura han hecho de la pretensión de Podemos y sus socios materia de debate, en el que entró personalmente el líder de Ciudadanos para descalificar lo que considera una sobrerrepresentación de Podemos, partido que sigue defendiendo con fuerza lo que estiman es un derecho legal de sus coaligados.

Ciudadanos

Rivera apela al coste. El presidente de C?s, Albert Rivera, añadió el jueves carga argumental a la oposición de su partido a que Podemos y sus socios sean tratados en el funcionamiento del Congreso como grupos independientes. «Sería injusto para los españoles pagar de su bolsillo que alguien quiera tener más turnos de palabra o más dinero del que le corresponde», manifestó Rivera aludiendo a los 28.597 euros al mes más 1.645 por diputado al que tiene derecho cada grupo y a las intervenciones garantizadas en plenos y comisiones. «Los que se han presentado juntos en las listas y sacan pecho de sus escaños, pues que vayan juntos y se repartan su tiempo y su dinero», añadió para rechazar que la coalición tripartita En Marea, En Comú Podem y Compromís-Podemos tengan grupo al margen del de Pablo Iglesias. «No tiene sentido, es un grupo homogéneo que contabiliza como propios los escaños obtenidos en esos territorios», zanjó contundente Rivera para comparar que lo contrario sería como si Ciudadanos formase grupos también con sus diputados de Cataluña, de Murcia o Madrid.

PP y PSOE

Dudas legales. Para los populares la posibilidad de cuatro grupos con presencia de diputados de Podemos y de IU al margen de sus núcleos raíz «es un fraude de ley para tener más voces y recursos que los demás», según su portavoz, Rafael Hernando, que anticipó que pedirá a la Mesa de la cámara que analice legalmente dicha situación. Pero según trasciende de las negociaciones que el mismo jueves retomó Podemos con el PSOE, son los socialistas quienes habrían transmitido al propio Pablo Iglesias una oposición más contundente incluso, al entender que un grupo catalán de la coalición y otro gallego pueden convertirse en altavoces de peso en un año en el que ambas comunidades se someterán a elecciones autonómicas.

Podemos

«Línea roja». El partido de los círculos está convencido de que su voto a favor de un presidente del Congreso del PSOE vencería las reticencias socialistas a que se formen los cuatro grupos. Iglesias ha transmitido tanto a Rajoy como a Sánchez que ese es uno de sus objetivos organizativos básicos para la nueva cámara y una «línea roja» en los posibles acuerdos que no van a ceder. El jueves, Íñigo Errejón advirtió que «para nosotros tiene que haber nítidamente diversidad de grupos y grupos plurinacionales y parlamentarios que reflejen la diversidad» de España. «Es un elemento fundamental a la hora de entablar cualquier acuerdo», insistió el número dos de Podemos, partido que desde las elecciones habla en nombre de las tres coaliciones en la cámara.

El reglamento

Muy interpretable. La Mesa del Congreso tiene un gran margen para interpretar el reglamento. Se ha dejado a Amaiur sin grupo por no haber logrado el 15 % de los votos en Navarra -se exige dicho baremo en todas las provincias donde un partido o coalición presente lista-, y sin embargo al PNV nunca se le exigió tal requisito que no logró en la misma comunidad. Se ha permitido a partidos que no se han enfrentado en las urnas unirse en un solo grupo (como Coalición Canaria con el PAR aragonés o como cuando el BNG prestó sus escaños a ERC) y otras veces se ha rechazado. Todo depende de lo que interprete la Mesa, y sus decisiones nunca han sido rectificadas por el Constitucional. Será el órgano de gobierno del Congreso el que decida si los diputados de las coaliciones pertenecen a Podemos y a IU o tienen entidad jurídica propia.

Derechos

Presencia y fondos. En el caso de En Marea tener grupo propio le supondría recibir 38.470 euros al mes, al margen de los sueldos de sus seis diputados. Garantiza además media hora de intervención en los debates (se podría dar el caso de que cuatro militantes de Podemos tomasen la palabra en un mismo pleno por cada uno de los cuatro grupos, si al final se constituyen); lograr un mayor cupo de reparto de preguntas en las sesiones de control al Gobierno; presentar hasta 20 propuestas de resolución en los debates del estado de la nación, y tener presencia en todas las comisiones y en la Diputación permanente. Si las tres coaliciones se diluyen entre Podemos y el grupo mixto tendrían que alcanzar un acuerdo de reparto. Independientemente de cómo se resuelva, Podemos plantea formar un órgano de coordinación con sus socios.

En Marea pide a Aymerich un informe jurídico que defiende que haya grupo gallego

La coalición tripartita En Marea acudió a Madrid con un informe jurídico bajo el brazo para responder a los reparos que le están saliendo al paso para conformar su grupo parlamentario. El autor de dicho informe sin embargo no pertenece a ninguno de los tres partidos o candidaturas municipales que dieron forma a En Marea. Es más, el autor de la argumentación legal es del BNG.

Carlos Aymerich, militante del Bloque, exdiputado y profesor de Derecho Administrativo en la Universidade da Coruña, realizó en octubre un informe jurídico para la plataforma Iniciativa pola Unión con el que trató de vencer las dudas de su organización política sobre la posibilidad de formar un grupo parlamentario en el Congreso en el que participasen fuerzas gallegas junto a otras estatales como Podemos e IU.

Dicho informe, rechazado por la cúpula del Bloque, fue ahora solicitado por En Marea a Aymerich para argumentar lo que el exparlamentario y aún militante del frente nacionalista considera en su estudio como un derecho al estimar que se debe ver a la coalición tripartita como una «formación política» en sí y no como un grupo de militantes de distintos partidos.

En Marea solo ha abordado informalmente qué pasaría si el Congreso les impide formar grupo. De entrada intentarían crear un grupo técnico con el resto de diputados de las coaliciones valenciana y catalana tratando de argumentar que el reglamento establece que se puede formar grupo si se unen al menos 15 diputados. Eso sí, Anova ha rechazado ya entrar en el grupo de Podemos si se le niega a En Marea.