Investigan a dos policías que tiraron al suelo a una mujer en silla de ruedas en Melilla

EFE

ESPAÑA

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El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha denunciado el vídeo difundido en las redes sociales «es un montaje interesado que busca dañar la imagen de los profesionales del Cuerpo Nacional de Policía»

31 dic 2015 . Actualizado a las 15:54 h.

La Jefatura Superior de Policía ha abierto una investigación interna para comprobar «si hay algún tipo de responsabilidad» por la actitud de dos agentes que estaban ayer de servicio en el paso fronterizo de Beni-Enzar, el más importante entre Melilla y Marruecos, por la denegación de entrada a una mujer.

Los hechos sucedieron ayer y fueron grabados en un vídeo, supuestamente por organizaciones no gubernamentales de Marruecos, y está siendo difundido a través de las redes sociales y medios de comunicación.

En las imágenes se observa a una policía española que conduce a una mujer sentada en una silla de ruedas por el pasillo de acceso peatonal de la frontera en dirección a Marruecos y, una vez en la puerta, le insta a que se baje para volver al país vecino pero ésta hace caso omiso, por lo que al final la bajan entre dos agentes volcando la silla, dejando a la mujer tumbada en el suelo.

El inspector jefe de la Secretaría General de la Jefatura Superior de Policía de Melilla, Óscar San Juan, ha informado en declaraciones a los periodistas de que se ha abierto una investigación para analizar el comportamiento policial, aunque ha dejado claro que la mujer pretendía entrar en territorio español sin documentación. Ha asegurado que no es la primera vez que la mujer ha intentado entrar de esta manera, negándose a hablar con los agentes encargados del filtro de seguridad y obviando la petición para que entregara su documentación, momento en el que sigue avanzando hacia Melilla «y según la tocan para pararla, se tira al suelo».

El inspector jefe ha explicado que la mujer fue atendida en la frontera por un médico del 061, que le hizo unas pruebas de azúcar que dieron como resultado que estaba «en perfectas condiciones y que no había nada».

Por ello, esta mujer fue sentada en una silla de ruedas para llevarla hasta tierra de nadie, ya que «se dejaba en peso muerto y no se le podía ayudar a salir», y cuando se dio cuenta de que iba a ser devuelta, «se volvió a hacer la desmayada», algo que la Policía cree probado por el hecho de que la mujer tiene un móvil en su mano «perfectamente agarrado y en ningún momento se le cae».

El SUP lo tacha de montaje

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha denunciado hoy que el vídeo sobre la denegación de entrada de una mujer en la frontera de Melilla, difundido en las redes sociales y la prensa, «es un montaje interesado que busca dañar la imagen de los profesionales del Cuerpo Nacional de Policía».

En una nota de prensa, el SUP ha dicho que este vídeo «capta sólo la parte llamativa, y que es el momento en el que una mujer fue trasladada por una policía hacia la zona marroquí en una silla de ruedas, rechazada por no tener la documentación en regla para entrar en Melilla y que fue dejada en la zona de nadie».

El SUP ha insistido en que «la supuesta víctima del trato vejatorio es una conocida de todos los funcionarios que trabajan en la frontera y que utiliza argucias como el no entender o simular desmayos para poder acceder a la ciudad sin la documentación necesaria».

Para el SUP, lo más llamativo es que el vídeo está grabado en «la mal llamada zona de nadie, que es marroquí a todos los efectos», algo que según el sindicato se puede apreciar en el vídeo, con la aparición del «uniforme policial justo al lado del que grababa las imágenes».

El sindicato policial ha mostrado su hartazgo por el hecho de que «se utilice la imagen pública de la Policía para denigrar, humillar y acosar» a sus profesionales como ya ocurrió en el verano del 2010, durante la crisis fronteriza en Melilla, y ha pedido protección a las autoridades españolas hacia la integridad de quienes conforman el Cuerpo.

También ha pedido al consulado de España en Nador que utilice los cauces diplomáticos para exigir a las autoridades marroquíes que la tierra de nadie de la frontera de Beni-Enzar, que es usada por Marruecos, sea en realidad «una zona restringida y limitada para personas y que no siga siendo un zoco como hasta ahora».