El Gobierno acusa a Artur Mas de vender Cataluña para tratar de ser presidente

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Angel Díaz

Pedro Sánchez eleva sus críticas a Rajoy por temor a que el desafío secesionista lo beneficie electoralmente

14 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Creo que por un cargo no merece vender una comunidad autónoma». Esta fue la contundente acusación que lanzó ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros Soraya Sáenz de Santamaría a Artur Mas por las concesiones que está haciendo a la CUP para ser investido, entre ellas que su gobierno tenga tres vicepresidentes y someterse a una moción de confianza dentro de 10 meses.

La vicepresidenta del Gobierno se refirió al dirigente catalán como «presidente menguante en apoyos» y se mostró convencida de que hay muchos votantes» de Junts pel Sí que «ya no secundan las derivas radicales y antisistema» de Mas, que dijo no puede seguir sometiendo al pueblo catalán a la división y la fractura y la radicalización política» porque «perjudica a todos». «El único que puede sacar algo, pero dejándose muchos pelos en la gatera, es el que quiere ser investido a toda costa», señaló.

Sáenz de Santamaría hizo un llamamiento a la reflexión ante la división en la sociedad catalana que ha generado «quien ha propiciado una declaración de independencia» y a «respetar las leyes y las resoluciones de los tribunales porque es tanto como respetar la democracia». «Cataluña es una comunidad autónoma que funciona bien, los que no funcionan son el presidente en funciones y quienes le acompañan», aseguró.

Protagonismo de Rajoy

El desafío independentista plasmado en la resolución aprobada por Parlamento catalán y suspendida a los dos días por el Tribunal Constitucional lleva días acaparando totalmente el escenario político, cuando quedan menos de 40 días para que se celebren las elecciones generales. En esta situación de grave crisis institucional, el presidente del Gobierno ha cobrado un gran protagonismo con comparecencias públicas prácticamente diarias sobre el tema, garantizando que no permitirá que los independentistas logren su propósito y que usará todos los mecanismos legales para impedirlo. Además, ha logrado articular un frente común con el apoyo del PSOE y Ciudadanos, sus dos máximos adversarios el 20D. Rajoy ha elegido significativamente Barcelona para el acto de presentación de los candidatos del PP a las elecciones generales.

Los socialistas temen que el conflicto catalán acabe beneficiando al PP. Pedro Sánchez tiene difícil apoyar a Rajoy, lo que resulta inexcusable con un órdago sin precedentes sobre la mesa, y al mismo tiempo criticar su política hacia Cataluña y su falta de iniciativas para dar una solución política al problema.

Un culpable y un responsable

En un momento de máxima polarización la vía de salida que propugna el PSOE de reforma constitucional federal queda difuminada. Si Cataluña se convierte en el gran asunto de la campaña electoral los socialistas tienen las de perder, salvo que cambien radicalmente de estrategia, Por eso, Sánchez va a incrementar el diapasón de sus críticas a Rajoy. El líder socialista aseguró ayer que el culpable de lo que ocurre en Cataluña es Artur Mas, y los independentistas, pero que «también ha habido un responsable que está en la Moncloa y no merece seguir cuatro años más». Sánchez señaló que «las dos personas que se retroalimentan en la confrontación, Mas y Rajoy, tienen tres cosas en común: dificultades para ser investidos presidentes, los problemas de corrupción y el tratar de evitar bajo la bandera del independentismo los recortes y la desigualdad».

Por su parte, Albert Rivera también quiere marcar distancias con Rajoy en el desafío independentista. «Hay que frenar esto con la ley en la mano y empujar el proyecto común de España, que no puede hacer el PP porque no tiene un proyecto renovador», aseguró. El presidente de Ciudadanos añadió que Mas «va de fracaso en fracaso hasta la derrota final» que, en su opinión, tiene que llegar en las elecciones generales.