Juzgan a un empresario compostelano por un doble crimen en Castellón

Europa Press

ESPAÑA

Familiares de Yalennis Valero y Juan Manuel Mata, las dos víctimas del crimen de Càlig
Familiares de Yalennis Valero y Juan Manuel Mata, las dos víctimas del crimen de Càlig Domenech Castelló / EFE

Las hermanas de una de las víctimas, una joven cubana, declaran que tenía miedo del empresario al que se le acusa de encargar el asesinato

02 nov 2015 . Actualizado a las 18:19 h.

El acusado de ser cooperador necesario en el doble crimen de Càlig (Castellón), Manuel Antonio Mas Julián, en el que fueron asesinados en el 2005 la joven Yalennys Valero y su amigo Juan Manuel Mata, ha asegurado hoy que él no es un sicario, ni ha matado a nadie, ni ha encargado ninguna muerte.

El procesado, que tan sólo ha querido responder a las preguntas del fiscal y de su abogado en la segunda sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Castellón, se enfrenta a una petición de pena de 52 años de prisión por dos delitos de asesinato y allanamiento de morada, al igual que el otro acusado, el constructor compostelano Isauro López Hidalgo, al que el ministerio público acusa de ser el inductor de las muertes.

Según mantiene el fiscal en la calificación provisional de los hechos, el empresario contactó con Mas Julián para encargarle la ejecución de Yalennys Valero y su hermana a cambio de dinero y éste último, a su vez, contactó con E.P.R., ya condenado a 44 años y 12 meses de prisión como autor material de los hechos.

En su declaración, Mas Julián, que ha asegurado que era dueño de un gimnasio y que se gana la vida «como todo el mundo, trabajando», ha indicado que cree que coincidió con E.P.R. cumpliendo condena ambos en la cárcel, pero que sólo se saludaron y que nunca han estado en el mismo módulo ni ha tenido relación con él ni dentro ni fuera de prisión, ni le ha pagado nunca nada. Así mismo, ha señalado que no ha estado en su vida en Càlig.

Preguntado por el fiscal por unas llamadas de E.P.R. a su teléfono, el acusado ha dicho que él no ha hablado nunca telefónicamente con el condenado y que puede ser que alguien en su gimnasio hubiera contestado a esas llamadas.

La noche de los hechos

Así mismo, el acusado ha declarado que nunca ha amenazado a nadie y que la madrugada de los hechos estaba en Villahermosa celebrando su cumpleaños y el nacimiento de su hijo y ha negado conocer al otro acusado. Ha asegurado, además, que lo vio por primera vez el pasado viernes en el juicio.

Por su parte, el empresario compostelano, que tampoco ha querido contestar a las preguntas de las acusaciones particulares, ha vuelto a negar, al igual que lo hizo el viernes, que conociera al otro acusado, aunque ha admitido la posibilidad de que alguien se lo presentara y no lo recuerde.

En una declaración por videoconferencia, E.P.R. ha negado conocer a Mas Julián, con el que no recuerda haber coincidido en prisión, y ha señalado que no recibió ningún encargo por su parte para asesinar a los dos personas. Así mismo, ha declarado que los casi 30.000 euros que recibió para comprarse una finca procedían de su trabajo.

En la sesión de este lunes también han declarado la madre y las hermanas de Yalennys Valero. La madre ha relatado que cuando la Yalennys rompió la relación con el empresario acusado, éste les dijo a ella y a su otra hija que tenían que abandonar el piso en el que vivían con la víctima si ésta no quería nada con él.

La hermana de Yalennys que convivía con ella cuando sucedieron los hechos ha afirmado que la víctima vino a España porque el constructor «se hacía ver como un buen hombre que quería que mi hermana estudiase, trabajase e hiciera una nueva vida». Según ha dicho, ambos mantuvieron una relación sentimental, en la que su hermana siempre tenía que estar con el acusado.

Los problemas empezaron cuando ambas hermanas empezaron a salir por las noches, ya que al acusado le molestaba que conocieran a gente. «Era celoso y un obsesivo compulsivo y mi hermana tenía miedo de que la matara», ha dicho la testigo, quien cree que en una ocasión el acusado les echó medicación en un yogur.

También ha indicado que tras una discusión con Yalennys, I.L.H. les dijo a ella y a su madre que ésta acabaría «muerta, tirada en un barranco y prostituida».

El juicio continuará este miércoles.