Un sabotaje en la fibra óptica siembra el caos en la línea del AVE en Cataluña

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

ANDREA COMAS | Reuters

El colapso ferroviario afectó a más de 13.500 pasajeros y a 40 trenes

09 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un corte en el cable de la fibra óptica provocó ayer el caos en la línea del AVE en su trayecto por Cataluña. Fueron más de tres horas de incidencias, que afectaron a una cuarentena de trenes de alta velocidad y a unos 13.500 viajeros, especialmente entre Tarragona y Figueras (Gerona), si bien el siniestro tuvo repercusión en las líneas AVE de toda España. De los 40 trenes afectados, la mayoría cubrían los trayectos entre Barcelona y Madrid.

El colapso ferroviario se produjo sobre las siete de la mañana, en plena hora punta. Aunque en un principio se apuntó a la tesis del robo de cobre, como los que con regularidad sufre la línea del AVE, los Mossos se decantaron finalmente por el sabotaje como causa del caos en la red ferroviaria. El acto vandálico, calificado por Fomento como «grave delito», tuvo lugar entre Villafranca del Penedés y Gelida, a unos 40 kilómetros de Barcelona.

La ministra Ana Pastor aseguró desde Luxemburgo que «han roto la valla y la fibra óptica, tanto la fibra principal como la fibra secundaria, en las dos vías».

Todo apunta a que unos desconocidos arrancaron las líneas de la fibra óptica que mantiene la comunicación en la red del AVE -dos cortes limpios en un sentido y otro de la marcha-, lo que obligó a Renfe a detener en las vías todos los trenes que estaban en circulación y paralizar en las estaciones todos los demás durante las tres horas en que se canceló el servicio ferroviario de alta velocidad. Se trataba, en este caso, de una medida de seguridad, ya que un corte en la fibra óptica equivale a que los convoyes del AVE circulen como si fueran a ciegas.

Hasta las cuatro de la tarde, la línea no recobró el funcionamiento ordinario. Durante las más de tres horas de caos, dos trenes tuvieron que ser evacuados con cientos de pasajeros dentro y un tercero fue remolcado.

En Barcelona-Sants y Tarragona, las estaciones más afectadas por las largas colas, los viajeros tuvieron que improvisar sus desplazamientos entre trenes de cercanías, autobuses habilitados por Renfe o taxis. Así, los que viajaban a Madrid desde Barcelona se vieron obligados a desplazarse en autobús hasta Tarragona para coger allí el AVE, y los que iban a Francia desde la capital catalana fueron a Figueras con el servicio regional.

Ni siquiera el presidente de Renfe, Pablo Vázquez, se ha librado de esta situación al encontrarse en un tren parado en Zaragoza a la espera de que se solucionara la incidencia en Cataluña.