Garzón e Iglesias rivalizan horas después de dar por rotas sus conversaciones

R. C. / Colpisa MADRID

ESPAÑA

Zipi | EFE

Ambos se culparon mutuamente del fracaso de los contactos que podrían provocar una sangría para las formaciones y de ofrecer versiones contradictorias de las reuniones fallidas

08 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Horas después de que Alberto Garzón y Pablo Iglesias dieran por rotas sus conversaciones comenzó la batalla entre las dos formaciones, sabedoras de que van a tratar de pescar votos para el 20 de diciembre en el mismo caladero: a la izquierda del PSOE. Ayer se atacaron hasta el punto de culparse mutuamente del fracaso de los contactos que podrían provocar una sangría para ambas formaciones y de ofrecer versiones contradictorias de esos contactos fallidos.

Garzón lanzó la primera piedra al afirmar que en Génova y Ferraz habían «aplaudido» la ruptura entre IU y Podemos, después de que el martes se enterara vía mensaje de texto de que Podemos había anunciado en un comunicado el fin «definitivo» de las conversaciones, culpándole a él de haber planteado como condición sine qua non para pasarse a las filas de Iglesias que Podemos perdiera sus siglas y su logo y se fundiera en una coalición de «unidad popular». Alberto Garzón no dudó en responsabilizar a Podemos del fallido matrimonio y de las consecuencias en las urnas. Dijo, incluso, que Podemos había girado su discurso hacia el centro y cambiado su hoja de ruta, haciendo inviable cualquier acuerdo.

La plana mayor de Podemos se esmeró en explicar que no entienden el enfado de IU porque jamás se habló de llegar a una coalición, solo del fichaje de Garzón. Pablo Iglesias, desde Estrasburgo, insistió en que nunca se pensó en una alianza con IU. Solo, reiteró, atraer a sus filas a Garzón. Carolina Bescansa apuntó que la ruptura de conversaciones fue porque este puso como «línea roja» la formación de una coalición electoral.