Los soberanistas ya no descartan la repetición de las elecciones en Cataluña

c. r. BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Jorge Guerrero | AFP

La CUP tiene 60 días para deshojar la margarita y decidir si se traga los sapos y hace presidente a Mas. Si no, Junts pel Sí deberá someterse a nuevas votaciones

05 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las urnas son caprichosas y aunque Artur Mas y Junts pel Sí ganaron en escaños el 27S tienen un panorama muy complicado, no solo para cumplir su objetivo -la independencia- sino para poder arrancar la legislatura. Es como un laberinto. Tiene salidas, sí, pero todas tortuosas. La primera es la que no quiere casi nadie: repetición de elecciones.

De momento, el debate de investidura está previsto para el 9 de noviembre. Junts pel Sí necesita seis escaños más para alcanzar la mayoría absoluta. Si no la consigue, puede someterse a nuevas votaciones, en las que es suficiente con una mayoría simple: más votos a favor que en contra y por tanto le bastará con dos votos favorables de otra formación. En este caso, la CUP tiene 60 días para deshojar la margarita y decidir si se traga los sapos y hace presidente a Mas. Si Mas no encuentra apoyos, se verá obligado a convocar nuevos comicios. Esta posibilidad no la descarta ninguna formación, ni siquiera Junts pel Sí. Las elecciones serían en febrero o marzo, dos meses después de las del Congreso. Fuentes próximas a Raül Romeva, número uno de Junts pel Sí, apelan a la responsabilidad de la CUP. «No haremos descarrilar el proceso», repiten desde la izquierda radical. ¿Qué papel jugaría la CUP? Oriol Bartomeus, profesor de Ciencia Política, cree que actuarán de «guardianes del proceso».