La banca amenaza con abandonar Cataluña si se consuma la secesión

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

MARISCAL | EFE

Mas insta a los suyos a movilizarse para «pasar por encima de estos poderes»

19 sep 2015 . Actualizado a las 10:09 h.

Los bancos y cajas españolas, incluidos los catalanes Sabadell y Caixabank, amenazan con abandonar Cataluña y dejarla sin crédito si se consuma la secesión. Los representantes de las entidades financieras se sumaron ayer el tropel de advertencias que se suceden en esta campaña electoral sobre las terribles consecuencias que tendría para Cataluña la declaración unilateral de independencia que propugnan Artur Mas y sus socios. El presidente norteamericano, Barack Obama, y la Unión Europea han dejado ya claro el aislamiento político e institucional al que se vería abocado ese hipotético estado fallido. Los empresarios han advertido también de los graves daños que ocasionaría la independencia a la industria y el comercio. Y ayer, fueron los representantes de la banca los que añadieron a ese dramático escenario la advertencia de una asfixia financiera ante la falta de crédito que se generaría en Cataluña.

En un duro comunicado, y a nueve días de las elecciones, la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y la Asociación Española de Banca (AEB) advierten de que tendrán que «reconsiderar su implantación» en Cataluña en caso de secesión y hacen un llamamiento «a preservar el orden constitucional y la pertenencia a la zona euro del conjunto de España» para «proteger a los depositantes». Esa amenaza de abandonar Cataluña es más significativa si se tiene en cuenta que el presidente de la CECA es Isidro Fainé, presidente de Caixabank, cuya sede está en Cataluña, y que el Banco Sabadell está en la directiva de la AEB.

Riesgo del crédito a familias

«La exclusión de Cataluña de la zona euro, como consecuencia de la ruptura unilateral del marco constitucional vigente, comportaría que todas las entidades bancarias con presencia en Cataluña afrontarían graves problemas de inseguridad jurídica», señalan en el comunicado. Esas dificultades son las que obligarían a las entidades a «reconsiderar su estrategia de implantación» en Cataluña, con el consiguiente «riesgo de reducción de la oferta bancaria y, con ello, de exclusión financiera y encarecimiento y escasez del crédito».

Los representantes de la banca y de las cajas consideran por ello que «en todo momento, debe preservarse el orden constitucional y la pertenencia a la zona euro del conjunto de España» porque, de otra forma, se pondría en riesgo «el flujo de financiación a familias, a pymes y a los sectores productivos y generadores de empleo del país».

Aunque concluyen con un llamamiento al «diálogo» de los líderes políticos, es otro torpedo en la línea de flotación del proyecto de Artur Mas. Pero el presidente catalán hizo oídos sordos a la advertencia, que enmarcó en una campaña de intimidación. «Hacen todo lo que pueden para que la gente de Cataluña tenga miedo y no haga lo que debe», respondió en un mitin. Añadió que «las presiones de Madrid» no servirán, porque «cuanto más movilicen a estos poderes, más votos a Junts pel Sí». Y concluyó animando a sus votantes a movilizarse, porque «el 27S tenemos que demostrar que la fuerza democrática de Cataluña pasa por encima de todos los poderes», dijo.

A la grave advertencia de la banca, se sumó el anunciado pronunciamiento del Círculo de Empresarios, en el que tachan la «deriva independentista» de «ruptura flagrante de la legalidad» y advierten de los «gravísimos daños» que provocaría una secesión. En este caso, hacen además una apelación directa a la sociedad catalana a votar contra la independencia al pedir que «evite con su voto emprender un camino de difícil retorno».

En el 2014 se fueron mil empresas

«Los empresarios catalanes, hasta hace muy poco tiempo, como esto es absurdo y una cosa disparatada, pensaban que esto se iba a reconducir». Así justificó Javier Vega de Seoane, presidente del Círculo de Empresarios, la tardanza de los empresarios catalanes en exponer su posición respecto a la deriva independentista de Artur Mas. Explicó, sin embargo, que más de mil empresas abandonaron Cataluña solo en el 2014 ante el riesgo de que hubiera una secesión. Pese a todo, el Círculo de Empresarios defiende la necesidad de diálogo para llegar a acuerdos sobre «cuestiones cruciales como la educación, el uso de las lenguas oficiales, el sistema de financiación autonómica y la unidad de mercado».