El socialista Miquel Iceta se propone para presidir un Gobierno transversal

P. H. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

BENITO ORDOÑEZ

El PSC descarta una alianza exclusiva con el PP y Ciudadanos antes y después de las elecciones catalanas

05 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El PSC descarta una alianza exclusiva con el PP y Ciudadanos antes y después de las elecciones catalanas del próximo día 27, pero el líder de su formación, Miquel Iceta, aseguró ayer que estaría dispuesto a liderar un Gobierno «transversal» de personas que «se encuentran incómodas ante la deriva secesionista que sacude a la política catalana». Iceta aseguró, en un desayuno en el Foro Nueva Economía, que los socialistas catalanes mantienen un «no rotundo a la independencia», pero marcó distancias respecto de la formación de Mariano Rajoy, al que acusa de ser «responsable directo» de buena parte de la situación actual, y también de la de Albert Rivera, que según él «no ha ofrecido solución alguna al problema».

Los socialistas catalanes saben que no pueden esperar un buen resultado en los próximos comicios y que los tiempos en los que se disputaba con CiU la posición hegemónica en Cataluña han quedado muy lejos. Sin embargo, Iceta argumentó que el PSC es «la única fuerza política con capacidad para establecer puentes de diálogo con todos aquellos que quieran trabajar por el interés de los ciudadanos; de la izquierda al centro y del federalismo al autonomismo».

Su proyecto, según defendió, sería «catalanista, reformista y pactista». «Para que podamos convencer a los catalanes de que el cambio en Cataluña y en España es posible necesitamos no solo a los progresistas, sino también a los conservadores que ven necesario un cambio tranquilo», afirmó. A su juicio, lo urgente es derrotar al independentismo en las urnas y después «construir una Cataluña mejor en una España diferente».

El líder del PSC advirtió de que, como ha ocurrido en Escocia tras el referendo sobre la secesión, la reivindicación independentista no va a desaparecer. Por eso, insistió, habrá que aprovechar el fracaso de Artur Mas el 27S, que da por hecho, para ofrecer un «proyecto ilusionante» del que nada especificó, más allá de recordar que los socialistas acordaron en Granada una propuesta de reforma constitucional de corte federal que ve un buen punto de partida.