Rajoy se prepara ya para el 20D

Nuria vega MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Emilio Naranjo | Efe

Solo un pacto PSOE-Podemos enturbia su confianza en ganar en diciembre

04 sep 2015 . Actualizado a las 08:50 h.

Proclive a fomentar la rumorología y poco dado a concretar sus planes antes de tiempo, el presidente del Gobierno quiso dejarse ayer un pequeño margen a la improvisación, pero aún así fue algo más explícito que hace unos días y señaló el 20 de diciembre como la fecha más probable para las elecciones. El retraso de un mes respecto a las elecciones de hace cuatro años se debe a la voluntad del Gobierno de tramitar los Presupuestos Generales del Estado, dejárselos empaquetados y aprobados al siguiente inquilino de la Moncloa, y emplearlos, de paso, como sostén del programa electoral del PP.

El pleno en el que se dará luz verde a las cuentas púbicas está programado para el 22, 23 y 24 de octubre, y del día de la votación dependerá que las elecciones puedan convocarse para el domingo 13 de diciembre o a para el día 20. Según fuentes populares, lo previsible es que al finalizar la sesión plenaria que apruebe las cuentas, Rajoy disuelva el Parlamento y señale los comicios, que tendrán lugar 54 días después de la publicación del decreto de convocatoria.

Para entonces, el Gobierno, que lo ha fiado todo a la economía, espera que varios factores jueguen a su favor. En primer lugar, el presidente prevé que en los próximos meses no se repita lo ocurrido en agosto y que las cifras de desempleo sigan a la baja. Más aún ante la proximidad de la campaña de Navidad. Pero no solo eso. En el momento de elegir papeleta, el electorado habrá notado la rebaja del IRPF que adelantó el Ejecutivo, y los funcionarios percibirán la devolución de otro 25 % de la paga extra de Navidad que les fue suprimida en el 2012.

Eso sin contar con los «goles» que el Gobierno, como adelantó Rajoy en el mitin del pasado domingo en Soutomaior, quiera marcar viernes tras viernes en los Consejos de Ministros hasta las elecciones. El clima general, tal y como lo ve el presidente, es favorable para el PP. Desde la Moncloa insisten en aferrarse al discurso de la recuperación para movilizar el voto de centro perdido. En ese escenario, el jefe del Ejecutivo no solo exhibe resultados, sino que promete que no habrá retrocesos y descarta que el país pueda sufrir una «desaceleración». «No nos va a coger la crisis como nos cogió, aquí se han hecho reformas, se ha hecho un esfuerzo presupuestario importante, se han tomado decisiones y ahora podemos aguantar mucho mejor las tarascadas que nos puedan provocar los problemas de fuera», presumió.

Sondeos

El optimismo del Gobierno se intensifica día a día, aunque los sondeos preelectorales no den hasta ahora mucho motivo para ello, aunque sitúan al PP como el partido con las mejores expectativas de voto. Los populares creen que por la factura de la corrupción ha pagado ya «un precio muy alto», como señaló ayer Rajoy, y cruzan los dedos por que no interfiera en la decisión que tomarán los votantes. «El PP está mejorando en la percepción de los ciudadanos», se felicitó el presidente.

Lo único que trastoca al jefe del Ejecutivo es la posibilidad de que el relato optimista no sea suficiente y que el día después del probable 20D, el PSOE y Podemos pacten sumar fuerzas para acabar con su estancia en la Moncloa. Esa perspectiva centra todos los temores del equipo del presidente. «No es una de las mejores maneras de respetar la voluntad de los ciudadanos ni es lo más democrático», advirtió ayer Rajoy.

Hasta hace un año, los populares daban por hecho que se respetaría la norma no escrita de que al menos en el Gobierno de la nación siempre gobierna la lista más votada. Pero eso ocurría en otros tiempos, con otro juego de mayorías, en tableros políticos muy diferentes al que resultará de las urnas que se colocarán en diciembre.

Rivera exigirá al PP «una enmienda a la totalidad» de sus políticas para darle su apoyo

Albert Rivera comienza a fijar posiciones para el día después de las elecciones. Ante el que se prevé el Congreso más fragmentado de la democracia, el líder de Ciudadanos avisó al PP de que si aspira a recibir su apoyo para que Mariano Rajoy siga en la Moncloa, tendrá que hacer «una enmienda a la totalidad» de las políticas que ha desarrollado. Una condición que choca con el planteamiento continuista que ofrece el jefe del Ejecutivo.

El líder de Ciudadanos también avanzó que si su partido es la llave de Gobierno no vetará a Rajoy como candidato a la presidencia porque sí, aunque sí impondrá requisitos para respaldar su investidura. La principal, dijo, será que reconozca que «todo lo que ha hecho en la justicia, en la corrupción, en parte de la economía está mal hecho» y que manifieste que está dispuesto a rectificar. Rivera ya advirtió el pasado martes de que no existe ninguna regla escrita que diga que la fuerza más votada debe ser la que gobierne.