Rivera se propone extender su liderazgo a escala nacional

a. a. , a. t. madrid / colpisa

ESPAÑA

TONI GARRIGA | efe

Las encuestas adelantan un resultado más que aceptable para la fuerza naranja, que podría hacerse con el poder de determinar quién será el inquilino de la Moncloa

30 ago 2015 . Actualizado a las 12:10 h.

Albert Rivera, que se estrena a nivel nacional tras nueve años en el Parlamento catalán, es, sin duda, el candidato de entre los principales partidos que con mayor tranquilidad afronta la cita con las urnas. Y es que el sosiego respecto al resultado, tanto en las catalanas como en las generales, garantiza sin atisbo de sombra su liderazgo en Ciudadanos. Su reto es convertirse en un referente político para España.

Las encuestas adelantan un resultado más que aceptable para la fuerza naranja, que pasaría de no tener presencia en el Congreso a poder determinar quién será el inquilino de la Moncloa. A pesar de un ligero descenso, el último sondeo del CIS le otorgaba una intención de voto del 11,1 %. Su objetivo es la treintena de diputados con la esperanza de llegar al medio centenar. Aunque Rivera asegura que quiere ser presidente, el realismo le lleva a admitir que tener capacidad para influir en las decisiones del próximo Ejecutivo sería un éxito. El gran reto, por tanto, será demostrar que Ciudadanos se ha consolidado como una formación con implantación nacional.

Por su parte, IU y UPyD tendrán que luchar este otoño con uñas y dientes, no ya para evitar la irrelevancia política, en la que por el momento están situados, sino para impedir incluso su desaparición del mapa político nacional.