Granados ante el juez: «Firmé papeles en blanco porque en los bancos suizos nunca firmas los impresos rellenos»

Europa Press MADRID

ESPAÑA

efe

El ex número dos de Esperanza Aguirre reconoce haber tenido una cuenta en Suiza entre el 1994 y el 2000, pero que posteriormente se la traspasó al constructor David Marjaliza

04 ago 2015 . Actualizado a las 19:25 h.

El exsecretario general del Partido Popular de Madrid, Francisco Granados, presunto cerebro de la trama de corrupción Púnica, aseguró ante el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, que sólo tuvo una cuenta bancaria en Suiza entre los años 1994 y 2000, y que ese año se la traspasó a su socio, el constructor David Marjaliza, con unos fondos de entre 320.000 y 340.000 euros. «Firmé papeles en blanco porque en los bancos suizos nunca firmas los impresos rellenos», dijo.

En su declaración ante el juez, a la que ha tenido acceso Europa Press, Granados explicó que abrió una cuenta en el Crédit Lyonnais en 1994 «con un poco de dinero» que le dio su padre, «algunas de las remuneraciones» que tenía como director de Análisis Financiero de Société Générale y «lo que iba operando en Bolsa». «Sobre todo con el semaneo, con el que haces una inversión y no liquidas hasta la semana. Puedes invertir mucho con poco dinero», explica.

Según su versión, en 1998 cambió los fondos a la entidad Paribás, porque su gestor cambió de trabajo, aunque al ganar las elecciones y convertirse en alcalde del municipio de Valdemoro, solicitó el cierre de la cuenta y que le devolvieran los fondos. «El banco me dijo que era muy complicado y en 2000 cambié la titularidad por la de David Marjaliza Villaseñor», añade.

En ese momento, Granados asegura que se desvinculó de este depóstio. «Me olvidé de esa cuenta, no hice ningún ingreso, no dispuse de ninguna cantidad. En 2006 Marjaliza me dice que quiere transferir su dinero de una cuenta a otro banco que no sé cuál es y el Paribás le pedía mi firma. Me sorprendió porque pensaba que yo ya no figuraba ahí y después no he vuelto a saber nada», señala. Según explica, fue el banco Paribás el que le obligó a cambiar la titularidad de la cuenta cuando quiso sacar el dinero que guardaba en ella. «Me dicen que si quiero dejar de ser cliente, busque a alguien que actúe de contraparte, que nos de a nosotros 50 millones (de pesetas) que le damos a usted y se queda de titular de la cuenta», argumenta Granados antes de apuntar que sus fondos se los devolvieron «en efectivo». «Y entonces yo me olvido», dice.

Granados admite en su declaración del pasado 31 de octubre, que conoce a Marjaliza «desde la adolescencia» pero asegura que «jamás» ha sido su socio, como consta en el sumario del «caso Púnica». «Nunca, jamás he tenido ningún negocio ni con el señor Marjaliza ni con nadie», asegura. En un punto del interrogatorio el magistrado le pregunta si en algún momento dio autorización al constructor para que le abriera algún depósito. «¿Abrirme a mí?», contesta el exconsejero de la Comunidad de Madrid visiblemente molesto. «No, no... vamos, que yo sepa nada, en absoluto», afirma.

El exdirigente popular, imputado por una decena de delitos de corrupción, tampoco es capaz de explicar por qué Marjaliza y él, así como sus respectivas mujeres, abrieron cuentas en Suiza al mismo tiempo. «Yo nunca he viajado con el señor Marjaliza a ningún sitio. Yo no he abierto esa cuenta en Suiza ni con el señor Marjaliza, ni en el mismo momento que el señor Marjaliza ni nada parecido. Yo no voy a Suiza a abrir una cuenta, me la abre el gestor aquí», afirma. Preguntado por qué escogió al constructor para que le sucediera como titular de esa cuenta, indica que se trataba de «una persona con una buena posición económica», lo cual era «conocido por su entorno social». «Le pregunté si estaba interesado y me dijo que estaba dispuesto», explica.

Parcelas en Valdemoro y chalet en Marbella

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 pregunta a Granados por posibles contrapartidas que le habría hecho Marjaliza por la cesión de esos fondos o las numerosas adjudicaciones que, según el sumario, recibió por parte del Ayuntamiento de Valdemoro. Entre estas, cita la venta al constructor en 2007 de cuatro parcelas en Valdemoro, que había recibido por «herencia de su padre», que era «agricultor», por un valor superior en un 1.500 por ciento al de su precio de mercado.

«No hay ninguna operación de compensación», asegura antes de explicar que la transacción de cada terreno rondó los 250.000 euros. «Un 1.500 por ciento supondría un valor de 2.000 euros», apunta antes de añadir que la operación se realizó al «precio del mercado». También asegura que nunca intervino para cambiar la clasificación de los terrenos de rústicos a urbanizables. «Estos suelos ya estaban recalificados con el Partido Socialista. Yo no he recalificado un metro cuadrado de mi propiedad nunca», asegura.

Del mismo modo, niega que Marjaliza le regalara un chalet en Marbella situado junto a otro de propiedad del constructor y un tercer en el que pasaba sus vacaciones el también exalcalde de Valdemoro, Jose Miguel Moreno (PP), el cual aseguraba en las conversaciones contenidas en el sumario que se hizo diputado regional para «tocarse los huevos». Granados afirma que pagó una entrada mientras se construía la urbanización, pero posteriormente «económicamente» no le vino bien comprar y Marjaliza se quedó con las tres casas. «Yo pago pago una entrada, después me arrepiento, estuve de alquiler un tiempo y después pagué la casa», indica el exconsejero, que no sabe explicar por qué una de las empresas del constructor (Servicios Logísticos Inmobiliarios) pagaba los servicios de luz, agua y alarma de su vivienda.