La sucesora de Alaya trocea el caso ERE, lo que siempre rechazó su antecesora

C. C. SEVILLA / COLPISA

ESPAÑA

RAUL CARO | EFE

Estará dividido en tres grandes bloques y más de 200 piezas separadas, para  «agilizar la causa» y empezar a juzgar subtramas que están ya concluidas

31 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Días después de que se conociera el enfrentamiento que mantiene la jueza Mercedes Alaya con su sucesora al frente del Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla, a la que achaca amistad con altos cargos de la Junta de Andalucía, María Núñez Bolaños dio un giro radical al caso de los ERE fraudulentos y ordenó dividirlo en tres grandes bloques y más de 200 piezas separadas, para «agilizar la causa» y empezar a juzgar subtramas que están ya concluidas. La nueva titular del juzgado se ajusta así a los criterios manifestados en varias ocasiones por la Fiscalía de Sevilla y el propio Tribunal de Justicia de Andalucía, a los que siempre se negó Alaya argumentando la continuidad de la causa como un bloque.

Pero además se trata de una decisión con una gran carga de fondo. Tras su ascenso voluntario a la Audiencia de Sevilla, Alaya solicitó una comisión de servicio para continuar en su antiguo puesto, con la esperanza de mantener la instrucción del caso ERE y rematarlo. El reparto de trabajo aprobado tanto por el Tribunal Superior de Andalucía como por el Consejo del Poder Judicial contemplaba que Alaya siguiese con esta causa, pero solo de forma temporal, hasta que se resolviera una posible división de la misma.

Tres bloques

Esta decisión fue criticada por Alaya, que en un escrito ante el CGPJ insistió en que debía ser ella quien continuase la instrucción de todas las macrocausas y arremetió contra su sucesora, de quien cuestionó su imparcialidad para instruir causas que afectan a la Junta por su amistad con el consejero de Justicia y su falta de experiencia en este tipo de procesos al provenir de un juzgado de familia. Núñez Bolaños será ahora quien decida quién se encargará de las diligencias de cada una de las piezas en las que ha subdividido los ERE. Uno relativo al procedimiento específico implantado en la Junta de Andalucía para la concesión de ayudas de forma discrecional y sin fiscalización, la parte más política del caso; un segundo bloque centrado en las sobrecomisiones cobradas por las aseguradoras y los sindicatos; y un tercero que incluiría más de 200 piezas, una por cada expediente de ayuda.