Susana Díaz da a luz a su primer hijo

Efe SEVILLA

ESPAÑA

Julio Muñoz | Efe

 El parto ha tenido lugar en el hospital público Virgen de Valme, en las afueras de Sevilla

30 jul 2015 . Actualizado a las 19:13 h.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha dado esta tarde a luz a su primer hijo en un hospital de Sevilla. Según ha informado a Efe la Oficina del Portavoz del Gobierno andaluz, el parto ha tenido lugar en el hospital público Virgen de Valme, en las afueras de Sevilla, y tanto la madre como el niño se encuentran en perfecto estado.

Díaz explicó la pasada semana que daría a luz en el Hospital de Valme porque la sanidad pública es «la joya de la corona» de la sociedad andaluza y hay que defenderla porque «garantiza la igualdad».

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, acudió esta mañana al Hospital Virgen de Valme de Sevilla para un control de su embarazo, tras el cual volvió a su domicilio. Aunque en un principio fuentes sanitarias informaron de que la presidenta había sido ingresada para inducirle el parto, fuentes del hospital han explicado a Efe que Susana Díaz, que salió de cuentas la semana pasada, solo estuvo a primeras horas de la mañana en el centro sanitario y luego regresó a su casa.

Tras el nacimiento de su hijo, la presidenta abandonará temporalmente sus funciones al frente de la Presidencia de la Junta para acogerse al permiso de maternidad y será sustituida por el vicepresidente y consejero de Presidencia y Administración Local, Manuel Jiménez Barrios. Susana Díaz, que ya anunció días atrás su intención de compartir el permiso maternal con su marido, salió de cuentas el pasado jueves y este martes presidió la última reunión del Consejo de Gobierno.

La Ley del Gobierno de Andalucía, que regula la labor de presidente en funciones, impide al vicepresidente -que asumirá las atribuciones del cargo- ejercer una serie de facultades. En concreto, no podrá designar o separar a las personas titulares de las Consejerías, ni crear, modificar o suprimir alguno de estos departamentos, como tampoco disolver el Parlamento ni plantear la cuestión de confianza.