Los populares creen que gobernarán con Ciudadanos

G. B. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

01 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Rajoy es consciente de que no hay ninguna posibilidad de reeditar la mayoría absoluta en las próximas elecciones generales. Pero está convencido de que es posible volver a gobernar si mejora los resultados que le otorgan en este momento unos sondeos que, a pesar de todo, siguen situando al PP como primera fuerza. La clave está, según los análisis que se hacen en Génova, en que no solo los populares sino también Ciudadanos mejore sus actuales estimaciones. El mínimo de escaños que sería necesario alcanzar entre estas dos fuerzas para considerar siquiera la hipótesis de mantener el Gobierno es de 150, aunque para descartar completamente que se pueda formar un frente de izquierda alternativo que sume más escaños esa cifra debería superarse ampliamente hasta llegar al menos a los 160.

Una de las claves para recuperar la mayor parte de esos dos millones de votos perdidos es precisamente convencer a aquellos que han dejado de votar al PP por considerar que ha traicionado sus principios. De ahí que en el partido hayan sentado muy mal los nuevos ataques de Aznar a la política el Gobierno, aunque se evite a toda costa entrar con él en polémica. El nuevo vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, aseguró ayer que escuchan «atentamente» todo lo que dice su presidente de honor, pero insistió en que el partido «no ha renunciado a sus principios y sus valores».

Conferencia política

Aunque admitió que el PP tiene que participar del cambio que se está produciendo en la sociedad, añadió que el principal «mensaje del cambio» que quiere dar el PP es el del «cambio económico», aunque es necesario también «fortalecer» otro tipo de mensajes que «interesan a los ciudadanos». Martínez Maíllo admitió que los criterios de los votantes no son los mismos que antes y que el PP debe concretar «otro tipo de mensajes».

La conferencia política que los populares celebrarán los días 10 y 11 de julio en Madrid, a la que está invitado a participar Aznar, será un escaparate en el que el PP tratará de trasladar a la opinión pública esa adaptación a los nuevos tiempos que irá más allá de las nuevas caras de la dirección del partido, que tendrán a pesar de todo su cuota de protagonismo en el cónclave, y se extenderá también a los mensajes y las formas en el discurso.