Pedro Sánchez asume que harán falta pactos pero defenderá la «autonomía» del proyecto socialista

Efe MADRID

ESPAÑA

En su primer discurso como candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, promete un cambio «seguro y valiente» y propone construir una España federal

21 jun 2015 . Actualizado a las 19:22 h.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, proclamado formalmente candidato de los socialistas a la Presidencia del Gobiernose ha comprometido hoy con los suyos a liderar un «cambio seguro y valiente», que «una a todos los españoles». Apuntó que el «panorama político» hace que todos estén «obligados al diálogo» y hará falta el acuerdo, pero se ha comprometido a mantener la «autonomía» del proyecto socialista. Ante unas 2.000 personas reunidas en el teatro Circo Price de Madrid para celebrar su candidatura, Sánchez se ha comprometido también a dirigir el próximo Gobierno de España «desde la moderación, con alternativas valientes y constructivas. En este sentido, ha renovado su compromiso por «construir una España federal en la que cada cual pueda ser español y catalán, o valenciano, o andaluz, o vasco o madrileño, en el orden que desee», ha afirmado.

Sánchez ha enarbolado la bandera del «diálogo» en el panorama político actual y ha lamentado que eso es lo que haya faltado durante los últimos años en las relaciones entre el Gobierno central y el de Cataluña. «No es aceptable que dos gobiernos democráticos hayan vivido durante casi cuatro años de espaldas uno de otro, calculando los réditos del conflicto, sin comprender la ruina colectiva a la que nos llevan sus cálculos», ha criticado Sánchez en su primer discurso como candidato.

Con la vista puesta en las elecciones generales de noviembre, el candidato socialista ha advertido a Podemos de que «no es justo el derrotismo que pretende hacer una enmienda a la totalidad de la democracia del 78». «No estoy de acuerdo con los que pretenden deshonrar a nuestros padres para honrar a nuestros abuelos», ha apuntado, al tiempo que ha apelado a la necesidad de diálogo y acuerdo «ya no solo como un imperativo moral, sino como una necesidad funcional».

En su primer discurso ya como candidato a la presidencia del Gobierno, ha garantizado que nunca le ha temblado ni le temblará el pulso en el combate contra la corrupción, «enemigo común» de la democracia y contra la que es necesario «reaccionar». Ha reconocido que, en ocasiones, unos y otros han cometido el «error» y la «torpeza» de pensar que la corrupción es sólo cosa del adversario político. «No basta con que nos manifestemos asqueados contra la corrupción», ha asegurado el líder del PSOE, que cree que ha llegado «la hora» de reconocer que la mayoría de los militantes de los partidos con los que compiten los socialistas «son honestos». Pese a que admite que la corrupción no afecta a todos por igual y que no todos los partidos reaccionan del mismo modo, Sánchez ha advertido de que la democracia tiene «un enemigo común», y ese enemigo es la corrupción. «Yo soy un político limpio. Por eso, en vez de rivalizar sobre quién es menos corrupto, volcaré desde el Gobierno todo el esfuerzo en prevenir, en combatir y en castigar con contundencia la corrupción», se ha comprometido.

Único aspirante

Desde el pasado martes y hasta este domingo, Sánchez ya era candidato provisional a las elecciones generales, dado que ninguno de los cuatro militantes que aspiraban a disputarle este puesto logró superar el corte de los avales. Tras ser confirmado formalmente en un Comité Federal convocado de manera extraordinaria para este efecto, a continuación ha tenido lugar el acto al que han sido invitados todos los dirigentes territoriales del partido, ex secretarios generales y expresidentes del Gobierno, y que ha sido la puesta de largo de Sánchez como candidato al Gobierno. Éste era su objetivo desde que inició su carrera por el liderazgo en el PSOE, aunque no lo verbalizó hasta que no llegó a la Secretaría General.

Desde entonces, y dado que había convocadas unas primarias abiertas para el 26 de julio, ha mantenido sus intenciones, aunque en algunos momentos, cuando su relación con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, pasaba por sus momentos de mayor frialdad, ha optado por la prudencia. No ha sido hasta pasadas las elecciones del 24 de mayo, y al abrirse el proceso para las primarias, cuando Sánchez ha reforzado su discurso como protagonista del cambio en el Gobierno que quieren los socialistas, aunque no se ha volcado en este proceso, dado que no había aspirantes que pudieran hacer peligrar su candidatura.

Pese a que no ha dedicado esfuerzos a la recogida de avales, ni se ha organizado ninguna campaña para ello, Pedro Sánchez ha logrado casi triplicar el mínimo de los avales necesarios, recogiendo 27.249. Según han explicado fuentes de su entorno, Sánchez está «muy agradecido» por el apoyo que le han dado los militantes y siente una gran «responsabilidad» que supone esta candidatura, porque considera que va a ser el próximo presidente del Gobierno.

El PSOE,un partido «moderado»

Cerrado este proceso, Sánchez es formalmente el candidato desde hoy y entrará de lleno en una precampaña larga, hasta las elecciones generales previstas para el próximo otoño. En su proclamación, ha presentado su modelo de país y las grandes líneas del que será su programa, con el que ha mostrado al PSOE como «un partido moderado» y preparado para liderar los cambios que cree que necesita el país.

Algunas fuentes socialistas creen que a esta estrategia contribuyen los ataques del Gobierno, al que ven «muy nervioso» por la pérdida de poder territorial y por sus perspectivas para las elecciones generales. A esto se debe, explican, que incluso el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, esté «perdiendo las formas», con mensajes tan «impropios» de su cargo como el lanzado el pasado miércoles en el Pleno del Congreso, donde espetó a Sánchez que, con los acuerdos postelectorales, está «saltándose la voluntad democrática de los españoles».

Pero, según estas fuentes, los ataques del Ejecutivo y del PP al PSOE, acusándole de pactar con extremistas y de radicalizarse, en contra de lo que pretenden, contribuyen a situar al PSOE como «la única alternativa» al partido del Gobierno. Éste será uno de los mensajes que más repetirán los socialistas desde ahora hasta las próximas elecciones generales, apoyándose además en los resultados del pasado 24 de mayo, en unos comicios en los que, a pesar de que el PSOE tuvo los peores resultados en unos municipales, consiguió un «vuelco electoral histórico» en los ayuntamientos.Sánchez se dedicará a que el cambio llegue también a La Moncloa y, para ello, volverá a echarse a la carretera, ahora sí, con un programa de Gobierno para la Presidencia. Seguirá haciendo «kilómetros de socialismo».

Esta son algunos de los puntos clave de la hoja de ruta de Pedro Sánchez para las elecciones generales:

  • Reivindicar la historia del partido: «El PSOE es el partido más importante de la historia de España».
  • Sobre terrorismo: «Hoy reivindico la memoria de las vidas segadas por la barbarie y el terrorismo. Reivindico la vida que tantos españoles entregaron a la causa que ahora nosotros encarnamos».
  • Patriotismo cívico: «Por una España que es más que un territorio, por una España que es más que un lugar en la ancha geografía del mundo, por una España que es una idea, una idea de igualdad, de libertad, de fraternidad, una forma de convivir plurales y unidos. Esa es la idea de España que tenemos».
  • Podemos: «No es justo el derrotismo que pretende hacer una enmienda a la totalidad de la democracia del 78. No estoy de acuerdo con quienes pretenden deshonrar a nuestros padres para honrar a nuestros abuelos».
  • Los pactos: «El diálogo y el acuerdo exigen el reconocimiento de la dignidad moral del adversario, exigen el respeto al otro, exigen escuchar al otro. Exigen arriesgarse a un diálogo del que ninguno saldrá igual que cuando lo inició».
  • Empleo:  «El paro no sólo hace vulnerable a cada parado o a cada parada en particular, el paro hace vulnerable a España en sí misma».
  • Política económica: «Soy más partidario de los esfuerzos que de los sacrificios, ya hemos tenido demasiados sacrificios, y siempre se sacrifican los mismos».
  • Bienestar: «Como economista y progresista reniego de quienes aspiran a hacernos creer que tenemos que elegir entre economía y bienestar, porque no es cierto. Que tenemos que elegir entre crecimiento y derechos, porque tampoco es cierto».
  • Impuestos: «Una economía con una fiscalidad suficiente y justa frente a las amnistías fiscales de los falsos patriotas que confunden patria con su patrimonio y se lo llevan a paraísos fiscales».
  • Corrupción: «Yo soy un político limpio. Por eso, en vez de rivalizar sobre quién es menos corrupto, volcaré desde el Gobierno todo el esfuerzo en prevenir, en combatir y en castigar con contundencia la corrupción. No os quepa duda, nunca me tembló ni me temblará el pulso en el combate contra la corrupción».
  • Cataluña: «No es aceptable que dos gobiernos democráticos hayan vivido durante casi cuatro años de espaldas uno de otro, calculando los réditos del conflicto, sin comprender la ruina colectiva a la que nos llevan sus cálculos».
  • Proyecto de Gobierno: «Vamos a liderar un cambio seguro y valiente, coherente con nuestros valores socialdemócratas, un cambio que una y en el que se reconozcan la mayoría de españoles».