El PP afirma que ha entendido el mensaje y escuchará más a la gente

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

BENITO ORDOÑEZ

Jorge Moragas ejercerá de enlace entre Cospedal y Sáenz de Santamaría

20 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hemos captado el mensaje, no nos gustan los resultados de mayo y hemos escuchado a la gente». El nuevo vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, no tardó ni 24 horas en poner en marcha la nueva estrategia de empatía con los ciudadanos que le ha encargado Mariano Rajoy con el objetivo de reducir el elevado grado de desafecto popular que se refleja en los sondeos internos del partido. En una primera gira por las radios y televisiones, el nuevo rostro del PP marcó el tono con el que los populares abren la precampaña de las generales, que incluye una notable rebaja en el grado de autosatisfacción por los logros conseguidos y una mayor cercanía con los que padecen los rigores de la crisis, que son el grueso de los que han dejado de votarles.

Casado contrarrestó la imagen de que Rajoy se ha limitado a ejecutar un retoque cosmético y señaló que «el cambio no es ligero», ya que se ha renovado a más del 80 % de la dirección. Pese a las alabanzas que dirigió a Carlos Floriano y a Esteban González Pons, en realidad los únicos que salen de la cúpula del partido, pasó página diciendo que ahora lo que hay que hacer es «hablar de futuro» e «ilusionar». «El código político no ha cambiado, no basta con convencer, hay que escuchar», precisó.

Acabar con la descoordinación

El corto alcance de los cambios en la dirección del PP no ha sorprendido a los más veteranos, sabedores de que Rajoy no es amigo de revoluciones internas, y menos a pocos meses de unas elecciones en las que se juega su futuro político a todo o nada. Pese a los insistentes rumores, se daba por hecho que María Dolores de Cospedal continuaría como secretaria general, por más que ahora se vea asistida en la labor de comunicación, que siempre fue su punto débil, por gente más experta en esta materia.

En cuanto a Jorge Moragas, nuevo jefe de la campaña del PP, su tarea no interferirá con la de Cospedal, ya que actuará más bien como árbitro y enlace entre esta y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para evitar las disfunciones y faltas de coordinación que se han dado en los últimos meses.

En las mismas líneas marcadas por Casado insistió otra de las incorporaciones de Rajoy, el exalcalde de Vitoria y nuevo vicesecretario sectorial del PP, Javier Maroto, que aseguró que «cercanía al ciudadano, humildad y honestidad en la protesta» son palabras que en el PP se tienen que «conjugar todavía mucho más». Abogó por ello por «hablar de las personas, pero con las personas» y también por «salir a la calle» para recuperar la confianza.

Y la sustituta de Esteban González Pons en la vicesecretaría de Estudios y Programas, Andrea Levy, llamada a ser otra de las caras con más presencia en los medios, insistió en la necesidad de escuchar las demandas de los ciudadanos para que el partido tenga un mensaje «más inteligible, más llano y más transparente». «Mi nuevo objetivo a corto plazo, para las elecciones generales, es hacer el programa electoral del PP, y lo encaro con toda la humildad de poder escuchar las propuestas que la ciudadanía quiere en este momento», señaló.

Pero si los encargados de la comunicación del partido se han puesto a trabajar de inmediato, tampoco le va a faltar trabajo al nuevo secretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo, que tiene ante sí el reto de devolver la unidad a un partido al que los males resultados electorales, los recortes del Gobierno y los casos de corrupción han fracturado por completo y que se enfrenta a un complicado proceso de renovación en casi todos los territorios de España.