Los cambios en el Gobierno podrían limitarse a un mero retoque y no tienen fecha prevista

e.c. madrid / la voz

ESPAÑA

20 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni rastro de los cambios en el Gobierno. El escenario que se maneja ahora, a falta de que se pronuncie Mariano Rajoy, es que solo habrá algún ajuste, porque no quiere tocar lo que cree que funciona. El presidente está convencido de que su equipo ha dado la talla en una legislatura muy difícil. Fuentes de Moncloa indicaron que el movimiento que haga Rajoy será «muy limitado». Apenas podría haber alguna redistribución de funciones y la salida de José Ignacio Wert de Educación para satisfacer su petición, aunque se duda mucho de que Rajoy vaya a nombrarle representante de España en la OCDE, con sede en París, donde coincidiría con su pareja, la ex secretaria de Estado Monserrat Gomendio.

A disposición del PP

Soraya Sáenz de Santamaría echó balones fuera en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y dijo que es Rajoy el que debe hablar porque es el que decide. «Los demás, si quieren, pueden opinar y, como no deciden, pueden acertar o equivocarse. Yo soy de las que prefieren que hable el presidente del Gobierno», aseguró.

Tras los nombramientos en el partido, entre ellos el de la mano derecha del presidente, Jorge Moragas, como jefe de la campaña electoral, la vicepresidenta del Gobierno garantizó que los ministros están «a la máxima disposición» del partido para trabajar ahora con más intensidad ante las elecciones generales. Una labor en la que, dijo, pueden aportar mucho con programas y propuestas-

Una de las mayores críticas internas que se ha podido escuchar en los últimos tiempos ha sido la falta de sintonía y comunicación entre Moncloa y Génova, debido a la pésima relación entre María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. Con el aterrizaje de Moragas como responsable del gran objetivo de Rajoy, que es ganar las elecciones generales, espera mejorar este aspecto. Cospedal se mantiene como secretaria general pero la irrupción de Pablo Casado y Moragas le resta protagonismo y poder. A partir de ahora será el propio Rajoy el que tome las riendas del partido de cara a la cita decisiva prevista para finales de noviembre.