El independentismo catalán intenta sumar a los sectores más moderados

cristian reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Jordi Sánchez quiere reforzar la base social incorporando a Iniciativa o Unió

18 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Ahora no hay que hacer tanta agitación, sino más pedagogía», afirmó ayer Jordi Sánchez en una entrevista en TV-3. No ha tardado el nuevo dirigente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), uno de los actores protagonistas del órdago soberanista, en marcar distancias con su predecesora, Carme Forcadell, líder indiscutible del independentismo civil que durante los últimos tres años ha marcado desde la sombra los pasos que había que dar.

Pedagogía interna, porque la nueva ANC reconoce que el independentismo necesita «ampliar la mayoría social» con sectores más moderados si quiere llegar con éxito a un Estado catalán. La labor de Sánchez pasa por abrir la ANC a sectores que hasta ahora no se han sumado, bien porque creen que el proceso se ha reducido a una pinza entre Convergencia y Esquerra y también la CUP, o porque no acaban de verse representados, como ocurre con Unió, que decidirá su posición el 14 de junio.

La nueva ANC busca aumentar la base social del independentismo también en los sectores de la izquierda que ahora se sitúan en torno a Ada Colau, Podemos, Iniciativa o críticos del PSC. Votantes que al principio abrazaron el independentismo por lo que representaba de respuesta a la crisis económica y contra el modelo de Estado y que a raíz de la irrupción de la izquierda alternativa se han ido alejando al ver que, por ejemplo, Podemos, o a nivel local Ada Colau, también les ofrecen refugio contra la indignación y plantean cambios profundos en el sistema democrático.

Complicaciones

«Debemos intentar llegar a todos los rincones de la sociedad, más allá de los apellidos, lenguas y orígenes para sumar apoyos a la independencia», expresó Sánchez. El independentismo es consciente de que, con los resultados que apuntan las encuestas, el proceso soberanista lo tiene complicado para seguir adelante. CiU, ERC y CUP pueden sumar la mayoría absoluta (68 escaños) en las autonómicas de septiembre, pero ningún sondeo de los últimos meses ha concluido que vayan a ampliar los 74 escaños que tienen ahora entre los tres. Todo lo que sea retroceder posiciones el 27-S se interpretará como un fracaso del independentismo. Si las fuerzas que están por la secesión no obtienen la mayoría en votos (no lo hicieron en las elecciones del 2012, aunque sí en escaños) tendrán muy complicado proclamarse vencedores incontestables del plebiscito.

Acento más social

Sánchez propone pedagogía y un acento más social para traspasar las fronteras actuales del independentismo y no descarta que Podemos, Iniciativa y Unió acaben sumándose a la hoja de ruta suscrita por Artur Mas y Oriol Junqueras.

De aquí al 27-S, la ANC asume la tarea de girar el clima pesimista que hay en el soberanismo y que ha llevado a un cierto enfriamiento. Aunque algunos lo quieran hacer creer, el independentismo no se ha desinflado, el 27-S se verá que somos mayoría los que queremos que las instituciones impulsen la desconexión democrática con España», dijo el nuevo presidente de la Asamblea.

Pactos poselectorales

El soberanismo se la juega en los próximos meses y la continuidad del proceso depende de la labor de la nueva ANC, pero también de los resultados del domingo y de los pactos poselectorales, que podrían incluso comprometer la fecha de las elecciones si ERC no apoya a CiU, por ejemplo, en el ayuntamiento de Barcelona.

Sociedad Civil Catalana presentó la semana pasada un estudio que concluye que el soberanismo está lejos de ser mayoritario en Cataluña y que si en las elecciones autonómicas se registrara una participación superior al 70%, el independentismo podría salir derrotado el 27-S.