UPyD agoniza en una guerra interna

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

JuanJo Martín | EFE

Rosa Díez se atrinchera, rechaza dimitir y descarta cualquier contacto con Ciudadanos mientras su número dos llama «irresponsables» a los críticos

25 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El éxito de Ciudadanos en las elecciones andaluzas y su consolidación como cuarta fuerza política no solo ha cortado de raíz la progresión de UPyD y fagocitado a la gran mayoría de sus votantes, sino que ha dinamitado a la dirección del partido magenta, en donde la división entre los partidarios de la continuidad de Rosa Diez y quienes exigen su dimisión ha derivado en una lucha sin cuartel por el poder en la que ni siquiera faltan los ataques personales. Pese a las presiones internas, la fundadora del partido no está dispuesta a abandonar y pretende ganar tiempo para llegar a las elecciones municipales y autonómicas de mayo en busca de un buen resultado que le permita superar la crisis.

Díez hizo ayer oídos sordos a los críticos que la responsabilizan del batacazo electoral por rechazar un acercamiento a Ciudadanos y no solo descartó cualquier posibilidad de abandonar el liderazgo del UPyD, sino también de iniciar un acercamiento al partido Albert Rivera. Tampoco le preocupa a Díez que dos de sus compañeros en el Congreso, Irene Lozano y Álvaro Anchuelo, dimitieran de sus cargos en el consejo de dirección del partido en desacuerdo con su falta de autocrítica tras la debacle andaluza. Elogió el «buen trabajo» que ambos desarrollan en el Parlamento y, de la misma manera que ella no piensa dimitir, señaló que tampoco sus críticos tiene por qué dejar el escaño. Algo que se mostró convencida de que no va a ocurrir porque «Irene y Álvaro son dos personas exageradamente responsables».

Mucho menos diplomático estuvo sin embargo el también diputado Ramón Gorriarán, aliado de Díez y número dos de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, que tachó de «irresponsables» a quienes «abandonan el barco» cuando las cosas van mal y acusó a sus compañeros de haber entrado en política pensando exclusivamente en su situación personal.

Tensión en el consejo político

«Para ganar lo que hace falta primero es saber perder», señaló Gorriarán, que devolvió a los críticos la invitación a dejar el partido al decir que «cuando alguien se marcha cuando las cosas cree que están mal, indica que no merece estar cuando las cosas vayan bien». El candidato de UPyD a la presidencia de la Junta de Andalucía, Martín de la Herrán, salió también en apoyo de Díez y afirmó que «no debe dimitir» para no generar «inestabilidad», al tiempo que rechazó la unión con Ciudadanos porque ambas «son más útiles por separado».

Díez y sus partidarios se escudan en que fueron los militantes los que les eligieron para ocupar sus cargos y que solo ellos pueden decidir si deben abandonar sus responsabilidades. Además de Lozano y Anchuelo, han abandonado la dirección de UPyD destacados dirigentes como Rodrigo Tena y David Andina. La batalla se trasladará ahora a la reunión del consejo político de UPyD que se celebrará este sábado. Díez y los suyos están convencidos de contar con el apoyo mayoritario de los 150 miembros de este órgano. Sin embargo, la líder del partido tendrá que escuchar allí fuertes críticas. Entre otras, las de Toni Cantó, el otro diputado de UPyD en el Congreso, que no pertenece al consejo de dirección pero conserva su puesto en el consejo político y piensa exigir el sábado la dimisión de la líder del partido y el acercamiento a Ciudadanos.