La salida de Sánchez asesta otro golpe a IU, acorralada por Podemos

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Atlas TV

Pablo Iglesias le tiende la mano para que se una a su formación política

06 feb 2015 . Actualizado a las 08:04 h.

La salida de Tania Sánchez es el último episodio de los estragos que está causando en Izquierda Unida la espectacular irrupción de Podemos. El barómetro del CIS mostraba que un 40,6 % de los que se decantaron por esta formación en las elecciones generales de noviembre del 2011 manifiestan que votarán por el nuevo partido emergente. La grave crisis abierta en la organización en Madrid supone un golpe más para la hasta ahora tercera fuerza política de ámbito nacional, a la que el CIS desplaza al cuarto puesto con un escaso 5,2 %, y lucha por no ser fagocitada por el empuje de Podemos.

Pablo Iglesias tendió ayer la mano a Sánchez para que se sume a su partido, así como a todos los sectores que creen que el cambio político es posible. El secretario general afirmó que siente un «respeto enorme» por las decisiones que toman las personas a las que admira, pero que forman parte de otras organizaciones. Recordó, además, que su partido «cuenta con instrumentos participativos suficientes» como para tender la mano a otros sectores.

 

Diferencias Lara-Garzón

Sánchez descartó más tarde que su intención sea integrarse en Podemos, aunque dejó una puerta abierta al señalar que «el primer día que se inicia un camino es muy difícil decir cuánto se van a gastar las suelas de los zapatos». Otra diputada regional, María Espinosa, ha seguido los pasos de Sánchez y también su escaño, al igual que otros de sus partidarios en Madrid.

El coordinador general, Cayo Lara, dejó claro ayer que se siente traicionado por la marcha de Sánchez y que no la entiende porque contaba con el «respaldo pleno» de la dirección de Madrid y de los órganos federales y admitió que daña a IU. Estas declaraciones de Lara contrastan con las que hizo Alberto Garzón, quien calificó de «indignante» que la candidata a la presidencia de la comunidad elegida por los militantes y los simpatizantes en primarias abiertas haya tenido que irse por la mala gestión de la dirección de IU de Madrid.

Esta discrepancia en la valoración de su marcha muestra dos concepciones diferentes en la relación con Podemos. Mientras Lara defiende la convergencia con el partido de Pablo Iglesias pero con la condición sine qua non de que IU mantenga sus siglas en cualquier pacto que se suscriba, el candidato a la presidencia del Gobierno es partidario de la confluencia a toda costa.

La encuesta del CIS que sitúa a Podemos como segunda fuerza política por primera vez, por delante del PSOE, ha convulsionado el panorama político. El portavoz de campaña del PP, Pablo Casado, emplazó a ambos partidos a decir públicamente si van a «pactar en los despachos» para evitar que los populares gobiernen aunque sean la lista más votada. Por su parte, Iglesias dijo que todas las encuestas marcan una intención de voto que muestra que «solo Podemos puede ganar las elecciones al PP».

 

Rebelión interna en Podemos

Por otro lado, la participación de la dirección liderada por Iglesias en las primarias de Podemos para elegir a los secretarios autonómicos del partido, avalando determinadas candidaturas, ha desatado una rebelión interna. Diez candidaturas autonómicas en siete comunidades se han sumado a la campaña «Yo también soy Podemos», lanzada para reclamar a la dirección «neutralidad», ya que su intromisión podría «interferir o condicionar» los resultados.