Las sospechas sobre Mas envenenan las relaciones Convergència-ERC

C. R. BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

MARTA PÉREZ | EFE

La regañina de Homs recibió críticas muy agrias por parte del conjunto de las fuerzas de la oposición

28 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las mayores incógnitas que el proceso soberanista catalán tendrá que resolver es si será capaz de salir indemne del combate electoral entre CiU y Esquerra en dos citas con las urnas separadas por escasos cuatro meses. Artur Mas y Oriol Junqueras firmaron hace dos semanas una tregua para desencallar el proyecto independentista y tratar de convertir el 27-S en un plebiscito. Sin embargo, casi a las primeras de cambio, la tensión ha aflorado con todo su esplendor. Esta vez por la corrupción y las relaciones de Mas con el imputado Oriol Pujol

Un día después de que Esquerra diera un giro de 180 grados y votara a favor de la comparecencia del presidente catalán en la comisión de investigación sobre el caso Pujol, el Gobierno de Mas mostró un profundo malestar con sus socios republicanos, a los que acusó de manera indirecta de hipócritas, de no tener voluntad de aclarar nada, de electoralismo, de desviar el interés hacia los temas de corrupción y por tanto de no concentrar toda la atención en el proceso soberanista, como a su juicio exige el momento histórico. Además de los reproches, el portavoz de la Generalitat advirtió a Esquerra de que su cambio de actitud y sus ganas de forzar la comparecencia de Mas tendrán «consecuencias». No fue más allá, pero dejó un aviso para navegantes, ya que dijo que decisiones como exigir al presidente de la Generalitat que se someta al tercer grado parlamentario en la comisión de investigación va «en contra de hacer las elecciones plebiscitarias». Dicho de otra manera, que ponen en riesgo el proceso independentista.

Una amenaza muy seria por parte del consejero de la Presidencia, justo ahora que CiU y Esquerra están en plena negociación para tratar de pactar la hoja de ruta hacia la independencia que debería seguir el gobierno que surja de las elecciones catalanas, siempre que entre las dos fuerzas soberanistas obtengan una mayoría absoluta clara.

La respuesta de Esquerra no fue menos contundente y su número tres replicó que lo mejor para el proceso es que las personas que lo lideran no tengan ninguna «sombra de duda respecto a su honorabilidad y sobre su vinculación con casos de corrupción». Puñalada contra el presidente de la Generalitat, que aparece en el sumario del caso de las ITV, aunque el propio Mas se desvinculó el lunes de las gestiones por las que Oriol Pujol habría cobrado comisiones de empresarios a cambio de sus contactos políticos. Homs, en cualquier caso, insistió en que el presidente no tiene que nada que esconder y que se pone a disposición de la cámara para declarar en los próximos «días o semanas»

La regañina de Homs recibió críticas muy agrias por parte del conjunto de las fuerzas de la oposición.