Aznar, mejor dentro que fuera, aun a costa de sus dardos

ESPAÑA

Rajoy lo quiere utilizar para recuperar votos por la derecha

25 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La irrupción al mismo tiempo de Bárcenas y Aznar es capaz de arruinar cualquier convención. El mensaje de la recuperación apenas ha traspasado las paredes del Palacio de Congresos. Frente a las acusaciones del extesorero, la estrategia ha sido ignorarlo. Ya no está en el partido. Fue él quien nos robó. El caso de la reaparición del expresidente, criticando los errores, la falta de claridad del proyecto y la estrategia electoral de Rajoy y dando un apoyo contundente a las víctimas del terrorismo en vísperas de la manifestación de ayer de la AVT contra la política antiterrorista del Gobierno, es muy diferente. Aznar lo ha sido todo en el PP, es aún un ídolo para las bases, un referente para muchos de los desencantados con Rajoy. En su intervención del viernes dejó claro que no está contento con el rumbo actual, hasta el punto de permitirse el lujo de plantear dos preguntas que eran cargas de profundidad: «¿Quiere el PP realmente ganar las elecciones?», «¿Dónde está el PP?». El presidente de honor enmendó la plana a Rajoy y se presentó como portador de las verdaderas esencias, ahora desdibujadas. Ayer los dirigentes populares aseguraron que les gustó su discurso. ¿Qué iban a decir?

Pasado el ciclón

Una vez pasado el ciclón Aznar, la pregunta es: ¿Ha sido positivo darle esa tribuna para que diga que no se trata de ganar por ser los menos malos, sino porque se presenta un proyecto fiable, o para que el mismo día que Bárcenas acusa a Rajoy asegure que solo responde de sus actos? La dirección ha optado por integrarlo en lo posible y lo van a utilizar en las difíciles campañas que se avecinan. Rajoy piensa que es mejor tenerlo dentro que fuera, sumando que restando, para tratar de parar la hemorragia de votos por la derecha. Y está dispuesto a asumir el coste de sus dardos. Pero está por ver que los que se han desenganchado del PP, los que piensan, al igual que Aznar, que Rajoy es demasiado tibio vuelvan al redil. Porque eso es precisamente lo que el expresidente le reprochó.