Todos pendientes de la hoja de ruta que hoy revela el presidente catalán

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

La conferencia que dará Artur Mas condicionará la respuesta de Rajoy del sábado

25 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos semanas después de la consulta alternativa, que se mantiene viva en los tribunales, la política española está pendiente de la conferencia que Artur Mas pronuncia hoy en Barcelona. Bajo el título Después del 9-N: tiempo de decidir, tiempo de sumar, el presidente de la Generalitat insistirá en reclamar un referendo a la escocesa y fijará el nuevo rumbo para el proceso soberanista que lidera desde hace dos años. No se espera que Mas anuncie la fecha de un anticipo electoral en Cataluña, pero sí podría dar pistas sobre cuáles son sus intenciones, una vez que ha salido airoso del sucedáneo de votación y su figura como líder independentista se ha reforzado con la querella presentada por la Fiscalía.

Del tono y el contenido dependerá la respuesta que Mariano Rajoy le dará el sábado en Barcelona. Por primera vez desde el 9-N, el presidente del Gobierno viajará a Cataluña para fijar su posición y dar el pistoletazo de salida a su estrategia para intentar convencer a los millones de catalanes que no acudieron a votar hace quince días . Está por ver si Mas deja hoy alguna puerta abierta a la que pueda agarrarse Rajoy para tratar de rescatar el diálogo o si se orienta hacia el adelanto electoral. Y está por ver, además, si el presidente del Gobierno tiene intención de mover ficha con alguna oferta concreta -financiación, traslado de instituciones estatales a Cataluña o blindaje de competencias- como le reclaman buena parte del arco parlamentario catalán y el mundo económico. También los partidos catalanes y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, que mantiene en espera su proyecto de reforma federal de la Constitución como posible tercera vía para desactivar el aumento del independentismo, esperan con interés la conferencia de Mas para perfilar sus posiciones.

Oferta a Esquerra

En principio, según dijo el portavoz Francesc Homs hace una semana, Mas no tiene previsto tomar una decisión definitiva sobre el adelanto electoral hasta las Navidades. Su idea es que solo habrá anticipo -suena el 8 de febrero- si los comicios tienen carácter plebiscitario.

Se espera que Mas lance hoy una oferta a Esquerra para conformar una lista unitaria que fije como objetivo la independencia. La marca Convergència ya no vende y el presidente de la Generalitat quiere liderar una candidatura con ERC y con figuras de la sociedad civil, que aglutine el voto de los favorables a la independencia y convierta las autonómicas en el referendo definitivo, según su propia definición. Pero dos más dos no siempre son cuatro en política y, según alguna encuesta, CDC y ERC sumarían más si concurrieran en listas separadas (58-60 diputados si van juntos y 63-67 -sobre 135- si van separados). Esquerra, además, no se acaba de fiar de la apuesta independentista de Convergència.

La clave para una posible alianza entre Mas y Junqueras la pueden tener Carme Forcadell y la Asamblea Nacional Catalana, que llevan meses exigiendo elecciones. Un apoyo de la ANC obligaría a Oriol Junqueras a sumarse. al proyecto. La denuncia del ministerio público, en cualquier caso, ha dado alas a Mas, ha girado los sondeos, que eran siempre favorables a ERC, y la figura del presidente de la Generalitat ha ganado autoridad en el mundo soberanista, lo que podría ser un estímulo para su decisión sobre si adelanta o no los comicios.