Duran lanza una plataforma de centro dirigida a catalanes no soberanistas

cristian reino / p. de las heras BARCELONA, MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Duran Lleida y la vicepresidenta Joana Ortega, de Unió, ayer en la jornada «Valores y política».
Duran Lleida y la vicepresidenta Joana Ortega, de Unió, ayer en la jornada «Valores y política». A. E. < / span>efe< / span>

«Hay vida más allá del debate independentista», dice el presidente de Unió

24 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La ruptura de CiU tendrá que esperar. El presidente de Unió Democràtica de Catalunya (UDC) y portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, presentó ayer el embrión de un nuevo espacio político de centro en Cataluña. Este proyecto de partido, con el que Duran lleva meses amagando con concurrir a las próximas elecciones autonómicas, tiene de momento la categoría de plataforma de debate, y está dirigido a los catalanes que no son independentistas ni españolistas.

Una especie de formación que aglutine a los partidarios conservadores de la tercera vía, situada entre los «frentismos» del «blanco y el negro» y alejada de los «populismos» como Podemos, según el dirigente democristiano. La plataforma, que tiene como nombre provisional Construïm, busca ampliar la base electoral de Unió, abrirse a la sociedad civil y refundar el centro.

Duran pretende crear un partido de las clases medias conservadoras y cristianas y para este propósito cuenta con el respaldo del mundo económico, como puso de manifiesto la presencia en el acto de, entre otros, el presidente de Abertis, el de la patronal Pimec o el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona. «Hay vida más allá del debate sobre la independencia», afirmó el dirigente democristiano.

Lo que aún está por ver es si se decidirá a tirar adelante hasta el final su proyecto político y si este surge al margen de Convergència, poniendo fin a más de tres décadas de coalición entre CDC y UDC. Duran pretendía desde hace semanas presentar su iniciativa durante las jornadas celebradas este pasado fin de semana, pero el resultado del 9-N le ha obligado a ralentizar la concreción de sus planes. De momento, evita enseñar todas sus cartas porque los apoyos no están tan maduros como para romper ya con CDC, aunque deja entrever que quiere ir por libre.

El escenario después del 9-N le ha desaconsejado además formalizar la ruptura: Artur Mas ha salido reforzado tras la consulta alternativa y el partido ha cerrado filas entorno al presidente de la Generalitat. Y sobre todo, está la querella de la Fiscalía contra Mas, Irene Rigau (consejera de Educación) y contra la vicepresidenta Joana Ortega, que es del partido de Duran. Mientras el contencioso esté en los tribunales, el portavoz de CiU en el Congreso no puede dar un paso rupturista. Si se decide, podría anunciar sus planes en el mes de enero, según precisó ayer. Se desconoce además si Mas, que mañana presentará su hoja de ruta, adelantará elecciones o apostará por agotar la legislatura.

Quien sigue pendiente de esa comparecencia es el líder del PSOE, quien mantiene en suspenso la solicitud de creación de una subcomisión parlamentaria que, con la ayuda de expertos, delimite los márgenes de una reforma constitucional para lidiar el problema de Cataluña. Pero si Mas opta por el adelanto electoral se abrirá un nuevo escenario y el primer partido de la oposición tendría que valorar si mantiene la estrategia. ¿La presentarán? Esta semana, con el debate sobre corrupción que se celebrará el jueves tampoco es, dicen, buen momento.